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jueves, 3 de diciembre de 2015

LA MARJAL DELS MOROS, UNO DE LOS ÚLTIMOS REDUCTOS DEL SAMARUC

Pese a ello, la población de Samarucs no crece en los últimos 25 años, y se seguirá manteniendo como especie en peligro de extinción debido a la gambusia, su principal especie agresora

La población del samaruc, el pez autóctono por excelencia, sigue estancada y amenazada en su supervivencia pese a las inversiones millonarias y a la habilitación de ecosistemas adaptados a esta especie que han sido incapaces de revertir su estatus de especie en peligro de extinción.

La destrucción de alguno de sus sus hábitats originales, especialmente los ullals, y la incapacidad, reconocida por la Administración, de impedir la propagación de especies alóctonas como la gambusia, frena el desarrollo de la población de samarucs, el pez cuya supervivencia es un símbolo de las políticas proteccionistas desarrolladas por la Generalitat Valenciana en los últimos 25 años.

La Dirección general del Medio Natural de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático acaba de hacer público un informe sobre los peces «de marisma», entre los que incluye al samaruc, el fartet y el espinoso en el que «reflexiona» sobre los «éxitos y fracasos» en las políticas de conservación.

En 1990, el samaruc estaba en el marjal de Peñíscola, el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca, el marjal dels Moros (Sagunt), la Albufera y el marjal de Oliva-Pego. En 2014, la colonia de samaruc ha aumentado mediante la reintroducción en el marjal de Xeresa, Rafalell-Vistabella y el río Verde.

Sin embargo, el informe destaca que de las 9 poblaciones actuales, solo dos se consideran «en buen estado de conservación» y en 7 se considera malo. Más aún, tres poblaciones se mantienen, según admite la conselleria «gracias a las repoblaciones continuadas».

Nada menos que 440.000 ejemplares de samaruc criados en cautividad han sido liberados en los últimos años. Sin embargo, el informe mantiene como diagnóstico final que la especie debe seguir catalogada «en peligro de extinción». Respecto al fartet, otro ciprínido autóctono, la conselleria opina que se ha conseguido mantener la presencia de la especie en «todas» las localidades» conocidas en 1990 «y descubrir y crear algunas nuevas», pasando de 6 a 16.

El informe incluye los datos de prospección de 10 refugios de la especie, de los que la mitad se encuentran en «buena» situación, y el resto sufre algún problema. Dos poblaciones se mantienen gracias a las repoblaciones, hasta 158.000 ejemplares han sido liberados en estas zonas húmedas.Sin embargo, «el riesgo de extinción se ha reducido» y los técnicos de la conselleria recomendarán rebajar su categoría desde la de «amenazada» a «vulnerable».

El espinoso o «punxoset» es el gran damnificado del deterioro de la calidad de las aguas, las agresiones a las zonas húmedas valencianas y la introducción de especies exóticas. Desde 1990 no se ha localizado ninguna población de esta especie, por lo que se cree «extinguida». «Las repoblaciones continuadas en dos localidades consideradas adecuadas, Pego-Oliva y Llacuna de Algemesí, con 108.000 ejemplares, no han conseguido asentar una población estable». Ahora se buscan zonas aisladas con menor presencia de exóticas, que parecen ser la causa última del declive de estas especies.

Medio Ambiente concluye que las zonas con presencia de estas especies o susceptibles de albergarlas «están ya protegidas» con diversas figuras de protección «y cuentan, en principio, con condiciones adecuadas».

La conselleria cree que el principal obstáculo para el mantenimiento de poblaciones «autosuficientes» es la presencia de peces invasores, con la gambusia en primer lugar, seguida de la carpa, la perca sol y el black bass. El problema es que no solo «no se ha conseguido erradicar ninguna población de peces invasores» sino que su distribución ha aumentado.

La única estrategia «válida» se basa en recrear los hábitats de estas especies en zonas aisladas hídricamente de aquellas donde hay invasoras o concentrar los esfuerzos en ecosistemas muy favorables donde el samaruc y el espinoso (ullals y surgencias) y el fartet (zonas hipersalinas) tienen ventaja.
Fuente: Levante EMV

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