Supone el cuarto trabajo de investigación de este aficionado investigador, que ya lleva a su espaldas más publicaciones que los Cronistas Oficiales de la Villa
Gonzalo Mateo Cortés presenta un nuevo trabajo sobre el patrimonio etnológico de Jérica, relativo en esta ocasión a "Los Cubos de Vino en Jérica"
A los dos trabajos en los que el complejo sistema de riegos y la red de acequias locales dieron cuerpo a "Jerica y sus riegos", y Los molinos y artefactos hidráulicos protagonizaron el segundo, llevando a este investigador a recorrer de cabo a rabo el extenso término municipal, cabe sumar un libro escrito junto a su buen amigo José Miguel Cortés sobre Las Desamortizaciones en Jérica y la Junta de Montes.
Ahora le ha tocado el turno a los Cubos de vino de Jérica, un patrimonio en aras de desaparición tras el abandono de un cultivo, el de la vid, que abundó en estas tierras desde época ibero-romana hasta principios del siglo XX, cuando la plaga de la filoxera, llegada desde Francia, arrasó los campos, y solo en nuestros días, casi un siglo después, algunos empresarios han vuelto a plantar cepas y sacar caldos criados en los campos palantinos.
Gonzalo Mateo Cortés presenta un nuevo trabajo sobre el patrimonio etnológico de Jérica, relativo en esta ocasión a "Los Cubos de Vino en Jérica"
A los dos trabajos en los que el complejo sistema de riegos y la red de acequias locales dieron cuerpo a "Jerica y sus riegos", y Los molinos y artefactos hidráulicos protagonizaron el segundo, llevando a este investigador a recorrer de cabo a rabo el extenso término municipal, cabe sumar un libro escrito junto a su buen amigo José Miguel Cortés sobre Las Desamortizaciones en Jérica y la Junta de Montes.
Ahora le ha tocado el turno a los Cubos de vino de Jérica, un patrimonio en aras de desaparición tras el abandono de un cultivo, el de la vid, que abundó en estas tierras desde época ibero-romana hasta principios del siglo XX, cuando la plaga de la filoxera, llegada desde Francia, arrasó los campos, y solo en nuestros días, casi un siglo después, algunos empresarios han vuelto a plantar cepas y sacar caldos criados en los campos palantinos.
Este trabajo nació como un recopilatorio de los cubos de vino que existió en la Villa de Jérica, integrando tanto los que han desaparecido como los que todavía se conservan.
Había un dicho que decía que en Jérica habían tantos cubos como días teína la mitad de un año, unos 182 cubos, un número que al autor le pareció excesivo en principio, pero que, calculando la producción máxima de vino a finales del siglo XIX en Jérica y dividiéndola por la capacidad media de un cubo, esto le daba un número de entre 150 y 200 cubos, una cifra similar a la anterior. Teniendo en cuenta los destrozos causados por la guerra civil y la renovación de las casas a lo largo de los años, el autor todavía ha logrado documentar una lista de 102 cubos.
Pero... ¿qué es un cubo de vino? Un cubo de vino, trull o trullo, es una construcción realizada de obra en la que se elaboraba el vino.
Gonzalo, en su trabajo, realiza unas fichas donde especificica dónde ha encontrado cada uno de estos elementos, con una breve descripción sobre su estado de conservación, los elementos que lo componen, y si procede la historia de su construcción, acompañadas de un amplio reportaje fotográfico, dibujos y gráficos, para suplir su carencia "del don de la escritura", como afirma el autor.
Ahora, es de suponer que comenzará su habitual periodo de corrección y de recogida de aportaciones que unos y otros le hagamos llegar, para después llevarlo a la imprenta y quienes valoramos su esfuerzo, disfrutemos de su incansable labor.
Desde aquí, dar la enhorabuena a Gonzalo, y animarle a seguir buscando e ilustrándonos en los temas relativos a la etnografía de la Villa de Jérica, de la que ya ha publicado más libros que los reconocidos como Cronistas Oficiales de la población.
Gonzalo, en su trabajo, realiza unas fichas donde especificica dónde ha encontrado cada uno de estos elementos, con una breve descripción sobre su estado de conservación, los elementos que lo componen, y si procede la historia de su construcción, acompañadas de un amplio reportaje fotográfico, dibujos y gráficos, para suplir su carencia "del don de la escritura", como afirma el autor.
Ahora, es de suponer que comenzará su habitual periodo de corrección y de recogida de aportaciones que unos y otros le hagamos llegar, para después llevarlo a la imprenta y quienes valoramos su esfuerzo, disfrutemos de su incansable labor.
Desde aquí, dar la enhorabuena a Gonzalo, y animarle a seguir buscando e ilustrándonos en los temas relativos a la etnografía de la Villa de Jérica, de la que ya ha publicado más libros que los reconocidos como Cronistas Oficiales de la población.
Muchas gracias Jose por tus amables palabras y esta completa presentación
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