Veinticuatro personas disfrutaron de esta actividad pionera en el Alto Palancia desarrollada por la Asociación DiCultura, que lleva idea de exportarse a otros recursos y municipios de la comarca.
La cartuja de Valldecrist acogió el pasado viernes 2 de mayo, un evento que dado el éxito de convocatoria y las gratas impresiones de los asistentes, puede convertirse en una opción diferente de difundir los muchos valores que tiene este monumento ubicado en la villa de Altura.
Un total de 24 personas se inscribieron a esta pionera propuesta lanzada por la Asociación Cultural por la Dinamización Cultural, Turística y Artística (DiCultura), que bajo el sugerente nombre de Los aromas del silencio en la Cartuja de Valldecrist, se ofrecía una visita diferente en la que en lugar de narrar y mostrar la historia y patrimonio del recinto, se proponía recordar los aromas que se respirarían en las diferentes estancias de la cartuja.
Para ello, y tomando como base la documentación obtenida de archivos, estudios y relatos realizados sobre el mismo, y la experiencia de una aromaterapeuta que enfrascó los distintos aromas, se pudo respirar los olores que tuvieron quienes fueron sus moradores en estancias como la iglesia, el claustro, la cocina o la bodega, el que pudo haber en la biblioteca y archivo, o el olor de santidad que emanaban algunos de sus más ilustres difuntos.
Aunque la visita se alargó algo más de lo previsto, la cata final de un vino elaborado por Bodegas Dominio de Rodeno con las mismas variedades vitícolas que emplearon los monjes, y del aceite extraído de las aceitunas cultivadas en el recinto cartujo por la Cooperativa Oleícola de Altura, envasada en unas botellas especiales con la silueta de la iglesia mayor, supusieron un buen final para los participantes, que llegaron tanto de varios pueblos del Alto Palancia, de comarcas vecinas, e incluso de Ciudad Real.
Ahora, visto el elevado interés suscitado, y una vez se ajusten los puntos débiles que se detectaron durante la visita, se volverá a ofertar una nueva cita para disfrutar de esta experiencia inclusiva, apta para todos los públicos, con que la Asociación DiCultura pretende impulsar y promocionar el Patrimonio Sensorial como forma de desarrollo sostenible de nuestro entorno rural, y crear, diseñar y desarrollar experiencias creativas, didácticas y únicas que generen bienestar tanto en los turistas como en los residentes con una interacción más activa a través de la memoria olfativa.
La esencia de esta actividad inclusiva, turística y cultural radica en la llamada arqueología olfativa y antropología sensorial, con las que se intentan recuperar los olores del pasado, revivir los paisajes olfativos de la historia y utilizar el sentido del olfato para estudiar las antiguas culturas y comprender la dimensión sensorial de la historia humana. Es por ello que ya se está trabajando en proponer esta actividad en otros recursos tanto del Alto Palancia, como de otros lugares que se irán desvelando en su momento.
Estén pendientes de las redes sociales de la asociación (en Facebook @Dicultura; en Instagram: @acdicultura): Tal vez, la siguiente cita cuadre en tu agenda y puedas disfrutar de la experiencia en primera persona.
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