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jueves, 31 de octubre de 2024

EL VIVERENSE BLAS VICENTE MARCO LOGRA SACAR UNA NUEVA OBRA SOBRE EL ORIGEN DEL EJÉRCITO DEL AIRE DE ESPAÑA

Se trata de la primera parte del libro "La Brigada Aérea Hispana, 1ª parte: Desde su creación hasta la Batalla del Ebro" escrito al alimón con Juan Arráez Cerdá, que tras 10 años finalizado, ha sacado por fin a la luz la editorial Muñoz Moya, aunque el retraso ha conllevado que Juan Arráez ya no lo pueda tener en sus manos, al fallecer hace unos meses. Valga esta obra póstuma como homenaje, y si tiene aceptación, como acicate para publicar su segunda parte.

La editorial Muñoz Moya Editores acaba de sacar al mercado un nuevo libro "La Brigada Aérea Hispana, 1ª parte: Desde su creación hasta la Batalla del Ebro", que narra el origen de la organización de la aviación española.

Editorial:
Muñoz Moya editores
Año de edición:
2024
Materia
Historia
ISBN                      978-84-8010-362-6
Páginas
Encuadernación:
242
Precio Aprox:
Rústica
55 € 
Uno de sus autores, Blas Vicente Marco, vecino de Viver y uno de los mayores especialistas en la materia, será el encargado de presentarlo Se trata de una obra de 242 páginas repletas de datos, mapas (de Carlos Ripalda), documentos y multitud de fotografías, con prólogos del general Jesús Salas y Vicente Talón y coautoría de Juan Arráez Cerdá, que por desgracia, no ha podido ver materializado este trabajo que tantos años costó realizar.

Germen del actual Ejército del Aire y del espacio, cuyo 85º aniversario se cumple ahora, esta nueva unidad que adoptó el nombre de Primera Brigada del Aire, nació el 9 de noviembre de 1937 con la idea, por parte de la entonces Aviación Nacional, de buscar una organización aérea adecuada a las necesidades de la guerra iniciada en 1936. Atrás quedaban un sin fin de cambios en los mandos, en la organización y reorganización de las Escuadras, Grupos y Escuadrillas que conformarían la nueva unidad. 

Esta se constituyó, no con fines orgánicos, sino para aumento de la eficacia en combate y con la intención de crear una aviación de bombardeo netamente española que consiguiese restar cuota de poder a las unidades aéreas foráneas que en aquél entonces ayudaban a Franco: la Legión Cóndor y la Aviación Legionaria Italiana. Su mando recayó en el entonces Jefe del Aire, el General Alfredo Kindelán, quien la concibió como una “Gran Unidad”.

La doctrina de empleo de la misma era resultante de las doctrinas del "dominio aéreo" que predicaron tras la Primera Guerra Mundial, militares visionarios como el italiano Giulio Douhet y los españoles Luis Manzaneque o el propio Alfredo Kindelán,

Su historia es efímera, pues apenas si duró dos años. Es una historia de guerra, de sacrificio de los pilotos y del resto de personal, que afrontaron un reto hasta entonces desconocido para la aviación española. Este que sigue, fue el resultado.

Tras la publicación de diversos artículos al respecto en revistas como Air Magazine o la desaparecida Revista Española de Historia Militar, los autores decidieron afrontar un libro en el que se hablase sobre la Aviación Nacional (sin entrar en polémica con el término...pues se usa así en el libro ya que así se autodenominó la misma desde el inicio casi de la guerra, según la documentación oficial).

Cuando Juan y Blas lo concluyeron, se hizo un pequeño pero completo resumen en la sección digital del periódico El Mundo. Pero es ahora, tras 10 años esperando en el cajón cuando por fin sale a la luz esta primera parte. Atrás quedan un sinfín de sinsabores, de paseos del libro por varias editoriales y del fallecimiento de uno de los prologuistas (el general D. Jesús Salas) y del coautor Juan Arráez Cerdá, a cuya memoria va dedicado.

El libro "La Brigada Aérea Hispana, 1ª parte: Desde su creación hasta la Batalla del Ebro" recoge la historia de esta unidad desde su creación hasta el final de la batalla de Levante/inicio del Ebro, y se hace también un repaso a la actuación de unidades de cooperación de la aviación nacional. La obra cuenta con con 242 páginas y multitud de fotos, muchas originales.

Juan Arráez Cerdá (Elda. 1940 - 2024) llevó su pasión por la aeronáutica a incorporarse voluntariamente al Ejercito del Aire. A partir de 1960 fue colaborador habitual de la recién creada revista Flaps, y más adelante, de la revista española Avión, la brasileña Vóo, la italiana Aerei y la francesa L'Album du fanatique de l'aviation, de la que fue fundador, así como de todas las revistas especializadas en aviación. En esos años ingresó en las principales asociaciones de historia aeronáutica, como la británica, norteamericana o la alemana, siendo además mienbro colabordador del Museo del Aire, de la Academia de Historia Aeronáutica del Uruguay, y mienbro del Servicio Histórico y Cultural del Ejercito del Aire de España.
 
Es autor de muchos e importantes libros sobre aviación, y fue el creador y administrador de un grupo de facebook dedicado a la historia y actualidad de la aviación española, titulado ¡Arriba el Ejército del Aire!. Sin duda uno de los más prolíficos escritores e historiadores aeronáuticos de España, que lamentablemente falleció el pasado 19 de abril sin poder llegar a ver publicado este volumen concluido hace varios años.

Por su parte, Blas Vicente Marco (Manzanera, 1971), completó en Valencia sus estudio de Licenciatura en Historia y su correspondiente postgrado. Es autor de diversos libros sobre historia militar de la Guerra Civil, tanto aérea como terrestre, muchos de ellos escritos a cuatro manos junto a Carlos Mallench. 

Ha participado en congresos nacionales e internacionales sobre temas de su especialidad, y es autor del blog http://bpizorra.blogspot.com/, sobre la Guerra Civil en Levante. Colabora desde hace tiempo en publicaciones de revistas especializadas como la Revista Española de Historia Militar, Air Magazine, Desperta Ferro, Ícaro, Historia de la Guerra, Ares, La Aventura de la Historia, Aeroplano, Revista Ejército o Muy Historia. En noviembre de 2020 fue nombrado miembro del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire (SHYCEA) 
 
Ahora, se espera la obra despierte interés entre quienes lo adquieran, lo cual servirá de incentivo para concluir está historia al autor que ha quedado con la responsabilidad de finalizarlo en soledad.

miércoles, 30 de octubre de 2024

UNA DANA NO TAN GRAVE EN EL PALANCIA COMO EN LA PROVINCIA DE VALENCIA

La gran cantidad de agua de las últimas 48 horas aumentan el caudal del río y barrancos, cortan varias carreteras, cierran varios colegios y obliga a soltar agua del embalse del Regajo.

Los últimos días de octubre de 2024 pasarán a la triste historia de la Comunidad Valenciana por las fuertes tormentas y daños que han causado en su territorio. Por suerte, pues las previsiones eran mucho peores, las tierras del Palancia las lluvias no han sido tan graves, pero sí abundantes y se han portado muy bien, ya que en gran parte de la comarca se superan los 100 l/m² acumulados pero caídos a lo largo de varios días y no como temporal. 

Barranco Juesar a su paso por Caudiel, el martes

El martes y el miércoles se esperaban lluvias muy fuertes y persistentes, sobre todo entre la tarde del martes y primeras horas de la mañana del miércoles. Estas lluvias superaron en varios puntos los 60 l/m² en 12 horas, y en algunas zonas superarlos ampliamente, como pasó en el interior de la provincia de Valencia.

Afortunadamente, en esta comarca las consecuencias no fueron más allá del cierre de tres centros escolares y el corte de alguna carreteras como la de Almedíjar a Ahín, la de Caudiel a Torralba del Pinar o la de Sot de Ferrer a Soneja.

El Palancia por Teresa, el martes

Alberto Benedicto ha recopilado las cifras de lluvias recogidas en varios puntos. Así, en Gaibiel se han recogido 153,2 i/m2, Algimia de Almonacid 125,2 l/m2, Altura (masía Uñoz) 123,8, Vall de Almonacid 120,4, Sacañet 112,9, El Toro 104,4, Bejís 86,2 Jérica 49,8 o Soneja 22,2.

Teresa, Jérica o Caudiel han visto como el paso del agua por el río o el Barranco Juesar respectivamente, que han llevado a situaciones de cierto peligro en el caso del éste último al quedar partido el pueblo por la corriente fluvial.

El Palancia a su paso por Jérica el miércoles

Estas cantidades han motivado la crecida de barrancos y afluentes que al desaguar en el río Palancia han motivado una crecido de aguas del pantano del Regajo, que debido a su rápido llenado y para evitar desgracias mayores, ha llevado al Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana ha realizar un desembalse técnico durante la tarde del miércoles, cuyos caudales de salida se irán ajustando en función de las entradas registradas al embalse. 

Actualmente, el embalse está a 3,56 hm³ de su capacidad total de 5,5 hm³. Por ello, se prevén vertidos que van desde los 5 m3/s hasta los 50 m3/s, pero no que estos afecten a los municipios fluviales que se encuentran aguas abajo del mismo. No obstante, por precaución, se encuentran señalizados y temporalmente prohibidos el paso en los cruces de carreteras o caminos en vado con la corriente del río.

El pantano del Regajo durante la tarde del miércoles

 
La cara amable de todo esto es la recuperación de acuíferos y fuentes, e incluso embalses menores, como el caso de Torás, que vuelve a ver cómo sale agua de la Fuente Camarillas y su pantano ha subido considerablemente su cantidad de agua acumulada cuando estaba casi seco. 
 
 
Fuentes: Dip Castellón / Levante EMV / EPDA / InfoPalancia.es

YA ES POSIBLE CONOCER Y VISITAR LA HISTORIA DE SEGORBE JUGANDO CON "LOS GUARDIANES DE SEGORBE"

El videojuego ‘Guardianes de Segorbe’ se presenta como una innovadora herramienta para el turismo. Ha sido diseñado por un equipo de profesores y alumnos de la Universitat Jaume I y ya está disponible de forma gratuita para los usuarios.

El esperado videojuego de realidad aumentada ‘Guardianes de Segorbe’ ya está disponible, tanto para dispositivos Android como iPhone, para los todos aquellos que deseen visitar la capital de Alto Palancia de una manera diferente. Este emocionante proyecto se presenta como una innovadora herramienta para el turismo, con el potencial de ofrecer infinitas posibilidades para explorar y promover la riqueza histórica y cultural de Segorbe.

 

Diseñado por un equipo de profesores y alumnos de la Universitat Jaume I, bajo la dirección de Emilio Sáez Soro y Miguel Chover Sellés, el videojuego ofrece gráficos en 3D y una interacción envolvente con el entorno a través la realidad aumentada (RA), brindando una experiencia inmersiva e inolvidable por el casco histórico del municipio. En cuanto a su narrativa, cabe destacar que el recorrido guiado a través de esta aplicación comienza con una leyenda, que habla de las llaves de la ciudad de Segorbe y cómo se perdieron sus 10 gemas, cada una guardada en un lugar emblemático de la ciudad. Los personajes asociados a cada lugar, como el Rey Abu Zayd, María de Luna o los duques de Segorbe, son los guardianes de estos componentes de la llave. Los jugadores deberán competir para convertirse en “el nuevo guardián”, demostrando su conocimiento y respeto por la historia y la cultura de la ciudad.

Para la concejalía de Turismo el videojuego representa un gran avance en la promoción del patrimonio cultural e histórico. Será una experiencia única para residentes y visitantes, que podrán interactuar con la historia de Segorbe de una manera emocionante y envolvente, gracias a este increíble trabajo de los alumnos del Grado de Videojuegos la Universitat Jaume I. Además, también destacan las posibilidades educativas del videojuego, pues esta aplicación no solo entretiene, sino que también educa, y se está consolidando como una herramienta indispensable para la promoción del patrimonio de Segorbe.

Con la aplicación de estas tecnologías emergentes, Segorbe busca diferenciarse de otros destinos turísticos a través de su destacada oferta innovadora y atractiva, adaptándose a las necesidades y expectativas de los viajeros modernos.

Así, quien desee sumergirse en una emocionante aventura virtual a través de las históricas calles de Segorbe siguiendo pistas, resolviendo puzles y descubriendo personajes históricos de la ciudad, sólo debe descargarse esta APP gratuita y embarcarse en un viaje lleno de misterio y emoción.

 

martes, 29 de octubre de 2024

LA FOTOGRAFÍA SIGUE GENERANDO OFERTA CULTURAL EN EL ALTO PALANCIA

Varias exposiciones de distinta temática centran parte de la oferta cultural que ofrecen varios ayuntamientos y entidades comarcales durante el mes de octubre hasta principios de año. Además, se han fallado las fotografías ganadoras del concurso de fotos en instagram promovido por el GAL Palancia-Mijares

El arte de la fotografía y la pintura, como la escritura, parecen ser parte de las aficiones más extendidas entre los vecinos de la comarca del Alto Palancia, pues no dejan de generar, junto a conciertos musicales, teatro y otros espectáculos, gran parte de la oferta cultural de la comarca.

Recientemente se han dado a conocer a los premiados del I concurso de fotografía organizado por el Grupo de Acción Local Palancia Mijares, como apuesta de promoción y difusión de estas localidades del interior rural de Castellón desde un punto de vista positivo, ya ha dado a conocer los primeros ganadores de este certamen.

El primer premio, dotado de una estancia de una noche para dos personas en el complejo agroturístico Peña Escabia de El Toro, ha recaido en ‘Las fiestas del pueblo’, que ha sido la primera imagen escogida de entre las 53 presentadas. Esta icónica imagen, que pertenece a la Asociación de Mujeres Jóvenes de Torás, recoge un momento en que los turistas llegan al pueblo y la explosión de fiesta y júbilo que suponen los festejos populares en el interior.

        

La segunda ganadora, dotado de un lote de productos Saborita,.es Marisa Torres con una foto de la subida al Carrascal donde se aprecia la enorme riqueza ambiental de la zona. En tercer lugar, también de la Asociación de Mujeres Jóvenes de Torás. Es una foto que recoge algo tan tradicional como una mesa con amigos en un ‘garito’ disfrutando de las noches de verano. Al tercer premio le corresponde un lote de productos artesanales del obrador Trigo Salvaje.

El jurado ha evaluado 53 imágenes, de 23 usuarios. El concurso se ha celebrado en verano, aprovechando que estas localidades cuentan con un gran número de visitas y en las bases se estipula que cada participante podía subir hasta tres fotos originales que deben reflejar el ámbito territorial de las fotografías acotado a los 22 municipios pertenecientes al GAL Palancia Mijares. Las fotografías debían ser originales, inéditas y no haber sido premiadas en otros concursos fotográficos ni estar pendientes de resolución en ningún otro.

Las fotos se compartían en Instagram etiquetando al Grupo de Acción Local (@galpalanciamijares). Además se incluía el hashtag #elveranoenmipueblo, poniéndole título a la imagen e indicando el municipio en el que se ha tomado la fotografía.

Se ha logrado así el objetivo de este concurso, que era recopilar las imágenes más auténticas. Imágenes que permitan  poner en valor la vida en los pueblos durante el verano y transmitir ilusión por el futuro, y la autenticidad en la forma de vivir de los pueblos de acuerdo a la creatividad del autor en los que el elemento protagonista sean las experiencias, los lugares que transmitan esa calidad de vida en el pueblo durante el verano: patrimonio natural, patrimonio cultural e histórico, abarcando facetas de la vida de nuestros pueblos como son las tradiciones y costumbres en ámbitos como las fiestas, la gastronomía, el arte, las costumbres, los hábitos de vida, etc..

Por otro lado, los amantes de la pintura todavía disponen de los últimos días de octubre para visitar la exposición pictórica abierta desde el pasado 11 de octubre en el Centro Cultural Olga Raro de Segorbe “Cuatro Visiones Diferentes”, que incluye obras de Bienve García, Inma Escrich, Victoria Rodríguez y Pere Sales. La exposición se podrá visitar los viernes 11 y 18 de octubre, de 18:00 a 21:00 horas, los sábados 12 y 19, de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas, y los domingos 13 y 20, de 11:00 a 14:00 horas.

El viernes 18 de octubre, en el Palacio de los Duques de Medinaceli de Geldo se inauguraba la exposición de fotografía antigua “Familias”. La exposición está organizada por la Asociación Cultural Torre Selda de Geldo y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Geldo y la Diputación de Castellón. 

La exposición “Familias” está formada por fotografías de grupos familiares: padres e hijos, hermanos, primos, … Todas las personas que aparecen son originarias de Geldo o han vivido en esta población y corresponden a un recorrido histórico que va desde el inicio del siglo XX hasta los años 50.

La muestra de fotografía antigua se podrá visitar de forma gratuita todos los sábados de 11:30 a 13:30 horas y de 17:30 a 19:30 horas y los domingos de 11:30 a 13:30 horas, hasta el mes de diciembre. 

Mientras tanto, casi a la par, en Segorbe estará expuesta hasta el 3 de noviembre en el espacio expositivo Capilla Virgen de Gracia de Segorbe la muestra fotográfica “Tres miradas, una historia”, preparada por la Agrupación Fotográfica de Segorbe Afs y que se presenta como Salón de Otoño 2024. La exposición estará abierta al público en horario de viernes y sábado, de 18:00 a 20:00 horas, y domingo de 12:00 a 14:00 horas.

Por último, desde el pasado jueves 24 de octubre, la Casa Garcerán de Segorbe acoge el XXIX Salón Fotográfico Ciudad de Segorbe. La exposición se mantendrá abierta hasta el día 6 de enero.

A esta edición del certamen fotográfico se han presentado un total de 160 fotografías, de las que 100 son de temática libre y las restantes 60, de temática comarcal, dirigida esta última a fotografías que hacen visible la arquitectura, el paisaje, las fiestas populares o personajes en el entorno de las comarcas del Alto Palancia y el Alto Mijares. La convocatoria, abierta a fotógrafos aficionados y profesionales residentes en España, ha permitido reunir imágenes de autores procedentes tanto de localidades de la Comunidad Valenciana como del resto de España.

El jurado del XXIX Salón Fotográfico ha concedido el premio en la sección de temática libre a José Ramón Luna de la Ossa por su obra Como al principio. En la sección dedicada a las obras que tienen por tema aspectos de las comarcas del Alto Palancia o del Alto Mijares, el galardón se ha concedido a Miguel Vicent López por su obra Herraje al caballo de Ramón.

 Fuente: InfoPalancia / ICAP

lunes, 28 de octubre de 2024

LLEGA DURANTE LAS PRIMERA SEMANAS DE NOVIEMBRE EL II FESTIVAL ALTO PALANCIA LIT FEST

Se desarrollará del 1 al 10 de noviembre por las localidades de Pavías, Almedíjar, Soneja, Segorbe, Mas de Noguera de Caudiel y Geldo, y presenta una cuidada y variada programación con conciertos, presentaciones de libros, recitales, cine, conferencias...

El festival literario de la comarca del Alto Palancia, creado el año pasado por Vociferio y producido por Lalenta Invernadero Cultural, se celebrará del 1 al 10 de noviembre y pasará por las localidades de Pavías, Almedíjar, Soneja, Segorbe, Mas de Noguera de Caudiel y Geldo, siendo ésta última, al igual que en la pasada edición, su sede central.

“Petricorazas, palabra compuesta por petricor (olor a tierra mojada) y coraza, es el lema escogido este año por el festival. Si el año pasado con “Fuego al fuego, agua para el agua” se centró en la denuncia de los incendios, agravados por la mala gestión de los bosques y la sequía, este año se centra en la alteración de los ciclos de las lluvias, cuando no su escasez, y toda la problemática que devienen para los cultivos tradicionales y las formas de vida de flora y fauna tanto de la Sierra de Espadán como de la Sierra Calderona.

De esta forma, Alto Palancia Lit Fest sigue escogiendo las temáticas ecológicas y de conservación del territorio como eje vertebrador de su programación.

Y lo hace a través de la liternatura y la ecopoesía en diversos formatos como talleres, mesas redondas, recitales infantiles, conferencias, conciertos, residencias de creación poéticas, fiestas, presentaciones de libros, rutas senderistas, teatro de objetos, mediaciones artísticas y ambientalísticas y proyecciones de videopoesía.

Todos con un objetivo común: proteger la bibliodiversidad y la biodiversidad, la pluralidad de saberes y de lenguas y lenguajes. Ese rico petricor que en tiempos de reacción política y negacionismo ante la crisis climática cada vez se puede disfrutar menos.

Por su extensa programación pasarán nombres como las poetas Maria Ángeles Pérez López (Premio Nacional de la Crítica 2023), Luz Pichel, Mar Benegas (Premio Cervantes Chico 2022), Elsa Moreno (Premio Nacional Ldelírica), Edurne Batanero (Premio de Poesía Joven Vaso Roto y Premio Álvaro Tejero Barrio de poesía crítica 2024), el poeta agroecológico Ángel Calle o Pascual Mas, escritor, poeta y ensayista, experto en la obra poética de Max Aub.

El poeta Josep Carles Laínez abrirá nueva sección en el festival con Esas otras hablas de las que usted me habla en torno a la recuperación de la lengua Churra. Y la poeta de Puerto de Sagunto Enna Villarroya Martínez presentará su libro Las Voluntades en un marco incomparable, la Cueva Cerdaña.

Otras poetas de talento que participarán serán Ane Campaña Blanco, Ángela Navarro, David Silvestre, Miki Garofalo o Nelo Sebastián, impulsor de la compañía Vudú Teatro.

El punto musical lo pondrán el spoken rap de Celia Bsoul, Dyso y Esse Sico, el prestigioso grupo palentino El Naan y Sálvida, de las zaragozanas Sofía Díaz Gotor y Helena Millán Fajó, que con su “ritual inmersivo” serán la clausura del festival.

El punto audiovisual lo aportará la retrospectiva de la Sección Oficial del Premio de Videopoesía Ojo Fiero en sus ediciones de 2023 y 2024. Y el del arte contemporáneo los/as artistas Ro Caminal, Gagou, Lina Bravo y Miguel Chaparro.

Además contará con Natalia Castellanos Ayala, arquitecta, educadora ambiental y agroecóloga, cofundadora de la Asociación Arrelaires y del colectivo Las Espigolaores, o los vecinos de Geldo Sohuila Hammoum y Mohamed Fariji, que harán de toma de tierra del festival.

El festival cuenta con las colaboraciones con la Fundación Max Aub, la granja-escuela Mas de Noguera, el Centro de Dinamización Rural del Palancia-Mijares, el Espacio de Encuentro Rurales La Surera, el IES Alto Palancia, els Espais Rurals de Recerca Contemporània AVAN o la cervecera ecológica L’Audaç. Además, Alto Palancia Lit Fest 2024 cuenta con el patrocinio y colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte - Dirección General del Libro, el Ayuntamiento de Geldo, el Ayuntamiento de Pavías y, de forma más indirecta, de la UJI Universitat Jaume I.

Fuente. Castellón Plaza

LA AUDIENCIA DE LA TELEVISIÓN VALENCIANA SE DISPARA GRACIAS AL ALTO PALANCIA

El pasado jueves, cuatro programas de la televisión pública valenciana À Punt tuvieron que ver con las tierras bañadas por el Palancia, siendo los de Prime Time, dedicados a Altura y Segorbe, los que más audiencia le dieron.

La televisión pública valenciana À Punt vivió la noche del jueves una buena jornada en su franja nocturna, gracias a la conjunción de dos de sus estrellas más mediáticas Eugeni Alemany y Hu Zhao que, gracias a una acertada estrategia comarcal, consiguieron situar a la cadena por encima de su media mensual (2,8% de cuota de pantalla) y del día (3%) en la siempre competitiva franja del prime time.

El programa más visto fue el concurso A la Saca, presentado por el citado Eugeni Alemany, que logró congregar a 79.000 espectadores (el 5% de las personas que veían la televisión a esa hora). Cabe resaltar que Alemany fue el programa que más espectadores tuvo, sin duda alguna porque buena parte de los que esperaban ver el programa que le seguía se iban conectando al programa.

La noche dejó mejores réditos de lo espetado gracias a la habilidad del programador de la cadena. Los jueves por la noche son para el reality de viajes Xino Xano, donde Hu Zhao, una de las grandes estrellas de la cadena, protagoniza una doble emisión con un primer episodio completamente nuevo y un segundo repetido con el que se espera retener a las personas que conocen por primera vez el programa. Esta doble emisión tiene dispares resultados de audiencia con buenos números para el episodio original (que siempre arrastra a la audiencia del pueblo que por primera vez protagoniza el programa), pero discretos resultados una vez llegada la reposición. 
 
Pincha en la imagen o AQUÍ para ver el programa

Sin embargo en esta ocasión se programaron dos programas ambientados en localidades vecinas. Así pues el programa de esta semana, que estaba dedicado a la localidad de Altura, en el Alto Palancia, consiguió un notable 4,2% de cuota de pantalla con 48.000 espectadores en una franja que compite contra los grandes formatos de las cadenas nacionales, que a esas horas estaban emitiendo programas tan potentes como GH, uno de los dirigidos por el popular presentador Iker Jiménez, o debates centrados en el escándalo político de la jornada.

En el programa dedicado a Altura, el protagonista se marcó el objetivo de celebrar el cumpleaños de la escuela de chino de la localidad, que ya tiene más de veinte años, denominada Ziran, fundada por Liyind y Daniel.

En el recorrido, visita el santuario de la Cueva Santa, uno de los lugares más emblemáticos de Altura y símbolo cultural, histórico y religioso de toda la comarca, que además está lleno de leyendas. También conoce la Escuela de Música de Altura y se anima a participar en un taller de percusión doméstica junto con los alumnos.

Una de las vecinas del pueblo invita Zhao a comer arroz del pastor a casa. Zhao compra una coca de pasas, el dulce tradicional de Altura en el horno La Palmera para llevar a la comida y conoce José, el profesor de tenis, mientras entrena para el torneo del 43 Open de Tenis Villa de Altura. José le enseña a Hu Zhao los secretos de este deporte.

Además, descubre y participa tocando la guitarra en la Ronda a las Camareras de las fiestas, una tradición antigua donde se rinde un homenaje a la mujer, cantante y tocando música por el pueblo. También, va al restaurante La Farola, donde aprende a cocinar jiaozi.

Al final del capítulo, el protagonista acude al lugar donde nace el manantial que da de beber al pueblo junto con Jose Ángel Planillo y Elías Marqués Asensio, y termina la jornada en la fiesta de celebración del cumpleaños de la escuela de chino, cantando en ese idioma junto a alumnos y vecinos.

Después de la visita, Hu Zhao saca una conclusión: “Tengo la teoría que este pueblo se llama Altura porque la gente de aquí tenéis mucho de nivel”.
 
Ya su segundo episodio, que era la reposición del programa dedicado a Segorbe, tan sólo perdió cuatro décimas de share, a pesar de empezar casi a las 12 de la noche. 
 
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Los veranos en Segorbe se viven en la calle, entre murallas, la piscina y el río. Pero su animada vida vecinal hace que la espera hasta la llegda de sus fiestas patronales y la Entrada de Toros y Caballos de Segorbe sea más entretenida, sobretodo si se degustan sus famosos pasteles jericanos o sus jamones y embutidos.  

Pero la jornada no se limitó a esa participación. La mañana comenzó también con un espacio dedicado al Alto Palancia, como Meridià Zero, un programa que propone realizar un viaje por la Comunidad Valenciana con el objectivo de dar a conocer todos los lugares que contienen la esencia del patrimonio valenciano. En cada una de les tres rutas de cada capítulo se viaja por el territorio para ofrecer una perspectiva aérea que da un valor especial, i sobretodo muy visual, al programa. 
 
Pese a que el espacio es compartido con las comarcas del Valle de Ayora, el Alto Vinalopó y la comarca de l`Alcoià, y es de 2019, tuvo una escasa audiencia, teniendo en cuenta que se emitió a las 6:30 h de la mañana y apenas fue publicitado.

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Y el otro programa del día que también tuvo a los pueblos del Palancia como protagonistas fue La Vía Verda, que en esa jornada se centró en Sagunto.

En este espacio, presentado por Mathies Muñoz, se dan a conocer las características del territorio, así como la orografia, la hidrografia y la meteorologia que determinan la manera de vivir de las personas que lo habitan y su forma de relacionarse con el entorno. De lunes a viernes, 'La via verda' muestra, acerca y explica la realidad que nos rodea como personas, qué cultivamos, qué especies vegetales y animales conviven con nosotros, cómo cambia el entorno debido al cambio climático, cómo frenamos el calentamiento global... Información útil, de proximidad, sostenible, de kilómetre cero. 
 
Y en el capítulo del día se centró en la figura del deportista saguntino Alejandro Samper, que salió el 31 de agosto del 2024 de Sagunto para iniciar el Camino de Santiago. Empezó esta aventura para concienciar alrededor de la diabetes. Y 35 días después conseguía el objetivo y llegaba a Santiago de Compostela. Ha recorrido los 1.000 kilómetros que separan la capital gallega de Sagunto, y lo ha hecho cargado con la mochila de la medicación colgada a las espaldas. El equipo de ‘La vía verde’ habló con él vía Skype después de acabar la experiencia. Alejandro ha querido “materializar” esa “mochila” que cada día llevan las personas que sufren diabetes y demostrar como día a día su mochila se vaciaba. Lo que ha querido transmitir es que con una buena alimentación y un buen control médico se puede hacer lo que se desee.

Pincha en la imagen o AQUÍ para ver el programa

Este espacio sí contó con algo más de audiencia, dado que se emite cerca de las 13 horas, y contó con una audiencia de alredededor de 10.000 personas. 

Así pues, jornada de éxito para la radiotelevisión valenciana pese a emitir espacios dedicados a comarcas de habla castellana, demostrando que la pluralidad, si se gestiona bien, es muy rentable para todos. 

Fuente: À Punt / EPDA / Propia

sábado, 26 de octubre de 2024

EL PREMIADO ESCRITOR VALENCIANO, VICENTE MARCO, CONVERTIRÁ AL ALTO PALANCIA EN ESCENARIO DE SU PRÓXIMA NOVELA

Vicente Marco convertirá a la comarca del Palancia en escenario de su novela mediterránea, que surge como compromiso de recibir el galardón Letras del Mediterráneo en homenaje a su trayectoria literaria. El escrito valenciano cultiva la novela, el relato y el teatro, géneros en los que ha obtenido numerosos premios y distinciones.

Vicente Marco (València, 1966) recibió el pasado jueves 24 de octubre, el galardón Letras del Mediterráneo 2024, otorgado por la Diputación de Castellón, en homenaje a su trayectoria literaria. El comité técnico de los galardones elevó su nombre al área de Cultura de la Diputación el pasado junio y, al aceptar el premio establecido económicamente en 12.000 €, Marco se comprometió a que su siguiente novela se situaría en la provincia, y el lugar elegido no ha sido otro que el mismísimo Alto Palancia.

Marco afirma que los galardones Letras del Mediterráneo permiten que una tierra, una comarca, aparezca en la literatura, más allá los medios convencionales, para volverse universal. En su caso, en la novela la trama tiene lugar en el Alto Palancia, especialmente entre Segorbe y Almedíjar.

Una tierra que conoce, ama, en la que ha trabajado y en la que ya ha sido premiado anteriormente, tanto en teatro como en cuento. Cabe recordar que Vicente Marco es quien está al frente del Taller Literario que desde hace 9 años impulsa la Fundación Max Aub, y que está formando y puliendo a una futura cantera de escritores, que tanto abundan en el Alto Palancia.

Como escritor se define como alguien no atado a un género, sino que, cada vez, lo que nace de su corazón se vuelca a través de la pluma en el papel. Cuando se trata de novela, trabaja por impulso, porque es lo que más le gusta. Recorrer un camino, un viaje, que hay que disfrutar.

La novela que ahora preparará, narrada desde distintas voces, partirá desde el taller de escritura que imparte en Segorbe. Una ficción en la que, lo único real, es el territorio. Todo lo demás será una ficción. Tanto las tramas como los personajes. El hilo se adentra intensamente en un territorio verdadero que le permitirá resaltar la belleza del paisaje, las bondades de estos pueblos de montaña, así como la gastronomía y la cultura popular.

El personaje principal de la novela no en vano está enamorado de la tierra en la que trabaja. Para escribirla, ha contado con los consejos de amigos de Castellón, del director de la fundación Max Aub, de escritores naturales de de la zona, de alumnos de sus cursos que son de Segorbe, y de esta manera, como no puede ser de otra forma, el texto se enriquece mientras se adentra en los avatares del día a día en la vida de la ciudadanía de la comarca.

Además, tira de sus propios recuerdos de niñez en Almedíjar, añadiendo la singular forma de hablar de sus gentes, que van marcando el paso de un texto que enamorará a la provincia y que venderá sus virtudes por las librerías de toda España. 

La obra desgranará así las bondades de la tierra desde un punto de vista único, de la que el escritor valenciano asegura que en las charlas que imparte en colegios del entorno siempre insiste en «la suerte que tienen los niños que allí viven».

Ahora tocará esperar a que salga de imprenta y todos podamos disfrutarla.  

Fuente: Mediterráneo de Castellón

viernes, 25 de octubre de 2024

LOS ARQUEÓLOGOS REGRESAN AL CASTILLEJO DE BENAFER

Tareas de restauración en el poblado ibero de Benafer llevan a cinco arqueólogos a trabajar en él durante el mes de octubre


El pueblo de Benafer ha recibido la visita de cinco arqueólogos de la Diputación de Castellón para llevar a cabo tareas de restauración en la localidad durante este mes. Y es que desde hace unos días estos profesionales están realizando labores de restauración en uno de los muchos lugares con encanto que cuenta el municipio del Alto Palancia. Las labores de recuperación del poblado ibero y de su torre ciclópea, patrimonio de la localidad, comenzaron el día 14 de octubre y concluirán el día 31 del mismo mes.

El poblado se encuentra muy cerca de la localidad y desde diputación le han otorgado la labor de restaurar parte del mismo. El equipo está compuesto por cinco arqueólogos y la encargada del proyecto es Amparo Barrachina, desde el organismo provincial todos los años realizan este tipo de restauraciones en diferentes localidades, para que estas zonas tan importantes e históricas para los pueblos se mantengan y se puedan descubrir nuevos hallazgos arqueológicos.

Desde el Ayuntamiento de Benafer han optado por proporcionarles una vivienda en el municipio a los arqueólogos, ya que el tiempo apremia. Y es que al solo poder contar con ellos durante unos 15 días han decidido proporcionarles a los arqueólogos una casa durante el tiempo que dure su trabajo, así se ahorraran las dos horas de viaje que es lo que les costaría venir y volver de Castellón y podrán aprovechar esas horas en sus labores de restaurar el poblado. 

Durante el proceso, han descubierto sorprendentes restos de adobes y madera que formaban parte del alzado de la torre centenaria. Estas labores son importantes para mantener el patrimonio local, que esperan seguir ampliando con más descubrimientos en estos días. 

Ahora solo queda esperar unos días para ver el resultado final.
Fuente: J. Ginés

miércoles, 23 de octubre de 2024

TORÁS SE SUMA A LOS MUNICIPIOS TURÍSTICOS DEL ALTO PALANCIA

El Consell declara a Torás como municipio turístico, y se suma a Altura, Segorbe, Navajas o Montanejos. 

La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, ha hecho público el listado de  reconocimientos de ‘Municipio Turístico’ en la Comunitat Valenciana durante el año 2024.


Esta distinción, que permite entre otros beneficios optar a la financiación extraordinaria de Turisme Comunitat Valenciana para paliar la deficiencia de financiación que tienen estos ayuntamientos, se otorga a los  municipios que cumplen los criterios y obligaciones establecidas en el Estatuto del Municipio Turístico, regulado por el decreto 5/2020 de regulación del Estatuto y modificado por el Decreto 203/2021 de 17 de diciembre.

Y en esta nueva oleada de municipios, el Alto Palancia sumará una cuarta localidad a las ya reconocidas de Segorbe, Altura y Navajas, que ya fueron declarados municipios turísticos anteriormente. Se trata de Torás 



Una excelente noticia la que comcedida por el Consell, porque a partir de esta declaración se le abren muchas puertas a este pequeño pueblo de la parte alta de la comarca.

Carlos del Río, alcalde de Torás, ha valorado positivamente la resolución emitida por la Conselleria de Turismo, que tendrá grandes contraprestaciones para el pueblo, pues podrá acceder a líneas de subvenciones y ayudas que de otro modo nunca hubieran podido llegar a Torás.


Y estas puertas abiertas a la entrada de subvenciones se traducen en mejoras para sus vecinos y visitantes, porque podrá mejorar servicios, garantizar recursos y apostar por prestaciones que, en definitiva, mejoren la calidad de vida de sus usuarios.

La resolución que el lunes, 21 de octubre, publicaba oficialmente el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana premiaba el gran esfuerzo que el ayuntamiento y personal del departamento de Turismo inició hace más de dos años, y que finalmente ha culminado con la consecución del objetivo. Una tarea titánica para un consistorio de estas características, ya que este tipo de trámites siempre son más costosos en una población que no posee los recursos de las grandes ciudades. No obstante, lo importante es que se ha conseguido y ahora se luchará por mantenerlo, porque los beneficios serán para todo el pueblo.


Cabe señalar que con la declaración de municipio turístico Torás podrá acceder, entre otras líneas de ayudas, a una financiación extraordinaria de Turisme Comunitat Valenciana para paliar la deficiencia de financiación que tienen estos ayuntamientos, que tantas carencias tienen.
Fuente: La Plana al día 

lunes, 21 de octubre de 2024

LA FALTA DE ACEITUNAS PLANTEA CERRAR VARIAS ALMAZARAS OLEÍCOLAS

Almazaras de Castellón cierran por la sequía: la falta de cosecha de oliva las deja bajos mínimos

La sequía ha dejado exhausta a la cosecha de oliva de la provincia de Castellón. Así, mientras que en El Baix Maestrat se ha perdido prácticamente el 100% de producción, comarcas como la del Alto Palancia ha experimentado una caída de un 70%. Ante este contexto, almazaras de la provincia plantean su cierre al no tener aceitunas para poder producir aceite. 

La producción de un año normal llega a las 20.000 toneladas de aceitunas, una cantidad que prácticamente se va a perder en esta campaña. En el Alto Palancia, cooperativas como la de Viver prevéen recolectar 300.000 kilos frente a los 800.000 del año pasado. Aún y así, recuerda que la temporada de hace dos ejercicios fue aún peor. En este contexto priorizarán la elaboración de sus aceites premium y en el resto llegarán donde deje la producción.  

Esto genera que las zonas productoras de Castellón sean las más afectadas de la Comunitat por la sequía, con 21 millones de pérdidas, frente a los 18 de Valencia y 16 de Alicante, según el balance de agosto de la Conselleria de Agricultura.

Este informe ya constató unos daños entre el 90% y el 100% en el olivar de algunas zonas, donde la floración fue tardía y escasa por la escasez de precipitaciones, y cuando llovió lo hizo tarde.

Por ello, la Unió Llauradora ha solicitado a la Conselleria y al Ministerio de Agricultura que adapten la Política Agraria Común (PAC) a las condiciones específicas del sector del olivar en la Comunitat Valenciana, cuya revisión es imprescindible para garantizar la viabilidad de un cultivo clave para la economía rural valenciana.

Según la organización, en la actualidad, la superficie de olivar acogida a la PAC en territorio valenciano ha caído un 2,72% entre 2023 y 2024, pasando de 46.133,24 hectáreas a 44.880,52 hectáreas. Este descenso contrasta con el incremento del 0,87% de la superficie PAC a nivel nacional y refleja un desajuste estructural que deja a los olivareros valencianos en desventaja frente a otras comunidades autónomas, en las que Andalucía acapara más del 66% de la superficie estatal de olivar con derecho a ayudas PAC, y la Comunitat Valenciana queda relegada con solo un 1,92%.

En la Comunitat Valenciana el olivar, a pesar de sus limitaciones productivas, juega un papel fundamental en la preservación del medio ambiente y la estabilidad poblacional en las zonas rurales del interior, muchas de ellas con alto riesgo de despoblación, donde las dificultades y limitaciones productivas, junto a las condiciones climáticas adversas, hacen inviable cumplir con algunas normativas actuales.

Fuente: Castellón Plaza

sábado, 19 de octubre de 2024

OCHENTA AÑOS DEL CIERRE DE ALTOS HORNOS EN SAGUNTO - LA BATALLA DE (EL PUERTO) DE SAGUNTO

De los orígenes de la siderurgia saguntina a la crisis de los años ochenta. La peculiar trayectoria histórica del Puerto de Sagunto desde su fundación a principios del siglo XX y tras los grandes cambios sociodemográficos registrados en las últimas décadas.  Así es como el núcleo del Puerto de Sagunto pasó de un núcleo urbano y una comunidad social formada y desarrollada en torno a la fábrica, la crisis y posterior desmantelamiento de la misma significaban el bloqueo de las expectativas de la sociedad porteña
 
Por Pere J. Beneyto, profesor honorario de la Universitat de València  
y presidente de la Fundación de Estudios e Iniciativas Sociolaborales (FEIS). 
Publicado en ElDiario.es
 
Tras el cierre definitivo de la factoría de Altos Hornos del Mediterráneo, al término de un largo conflicto sociolaboral del que se cumplen ahora 40 años, sólo quedó en pie el horno nº 2, una impresionante estructura de 64 metros de altura construida en los años veinte y cuya restauración, como parte de la recuperación del patrimonio industrial, lo ha convertido en un potente tótem simbólico y referente histórico de la memoria colectiva de un siglo de actividad siderúrgica y lucha obrera en el Puerto de Sagunto. 

Con una población de 44.428 habitantes, según el último padrón, el Puerto concentra actualmente dos tercios de la población total del municipio, manteniendo un perfil de núcleo industrial y obrero significativamente diferenciado del más terciario y menestral de la capital saguntina, como resultado de una peculiar trayectoria histórica desde su fundación a principio del siglo XX y tras los grandes cambios sociodemográficos registrados en las últimas décadas.

La demanda creciente de hierro y sus derivados, procedente de una tardía pero sostenida industrialización, explica la primera construcción en la costa saguntina de un embarcadero desde el que dar salida al mineral extraído en Ojos Negros (Teruel) por la compañía que, a principio de siglo, habían constituido los empresarios vascos Ramón de la Sota y Eduardo Aznar.

Fue en 1906 cuando la Compañía Minera de Sierra Menera (CMSM), tras una protesta de los obreros del embarcadero, decidió construir 60 viviendas para su instalación, dando así origen a un asentamiento urbano de matriz industrial y proletario que iría creciendo desde entonces con la incorporación de trabajadores inmigrantes atraídos por las posibilidades de empleo en la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo (CSM) que, impulsada por los mismos empresarios vascos, inició su actividad en el Puerto de Sagunto a partir de 1917

Cuando en 1926 se inauguró el segundo de sus hornos altos trabajaban ya en la factoría unas 3.000 personas y la población del Puerto era de 9.184 habitantes. En la década de los cincuenta, al ampliarse las instalaciones siderúrgicas tras su absorción por Altos Hornos de Vizcaya (AHV), el número de obreros sobrepasaba los 5.000 y la población era de 23.625. Si calculamos cuatro personas por familia, como suele hacerse para estos años, constatamos que la mayoría de la población del Puerto dependía de la fábrica.

Dicha vinculación se hacía aún más estrecha por el dispositivo envolvente desplegado por la empresa que en 1960 presentaba el siguiente balance: 800 viviendas (adscritas a 2.200 personas, lo que supone casi la mitad del colectivo obrero de la factoría), dos escuelas a las que asistían 2.300 niños y niñas, un centro de formación profesional para 200 aprendices, una clínica con 30 sanitarios, el economato (con 23.000 beneficiarios, es decir, todo el pueblo), la Ciudad-Jardín de la Gerencia (expresión del poder de la empresa y la estratificación social impuesta por la misma, con chalets adosados para cuadros medios y mansiones residenciales para los directivos), la Iglesia de Begoña (tributo al clericalismo vasco de sus promotores) y el Estadio Fornás, en el que jugaba el Acero CF y que sería, más tarde, escenario de multitudinarias asambleas obreras.

La omnipresencia integradora de la empresa, que proveía a la comunidad de infraestructuras y servicios básicos desbordando el estricto ámbito laboral, acabaría por activar, simultánea y contradictoriamente, dinámicas de cohesión y coacción, mecanismos de pertenencia y dependencia que contribuirán a explicar, más adelante, tanto las características específicas del modelo de relaciones laborales resultante como el impacto social de los conflictos que en su marco se registren.

El orgullo de formar parte de una compañía conocida y puntera en el ámbito nacional, e incluso internacional, con una trayectoria y personalidad propias, generaba un fuerte sentimiento de identidad colectiva, al tiempo que las características de un trabajo que exigía fortaleza física, destreza técnica y un arraigado conocimiento del oficio, fueron configurando una emergente cultura obrera que se vería pronto reforzada por la acción colectiva, pese a las restricciones impuestas por el franquismo tras la guerra civil.
Organización del trabajo y relaciones laborales

A finales de los cincuenta, tanto la autarquía productiva de la dictadura como el modelo tradicional de gestión empresarial presentaban síntomas inequívocos de agotamiento. Para evitar su colapso, el régimen se vio obligado a dar un “giro liberalizador” en su estrategia económica y laboral (Plan de Estabilización, Ley de Convenios Colectivos) que, sin renunciar al autoritarismo original, puso en marcha un proceso de cambios que, con el tiempo, acabaría escapando a su control, provocando importantes efectos sobre los sistemas de trabajo y de relaciones laborales, entre otros ámbitos.

En 1958 la dirección de AHV tomó la decisión de sustituir los viejos métodos de tareas y destajos en la gestión del trabajo, por la planificación cronometrada y los incentivos derivados del sistema Bedaux.

La aplicación de la autodenominada organización científica del trabajo (OCT) provocó, inicialmente, fuertes resistencias por cuanto forzaba un aumento en los ritmos de producción, obligando progresivamente a la empresa a negociar su implantación a cambio de incentivos y ajustes en las mediciones, lo que implicaba un cambio radical en la racionalización productiva y la relación con los trabajadores, puesto que la aplicación del nuevo sistema requería de su participación a través de estructuras de representación y negociación .

La Ley de Convenios Sindicales, publicada en abril de aquel mismo año, eliminaba el monopolio oficial en la fijación de salarios y confería autonomía a las empresas para ajustar su evolución en función de la productividad, mediante la negociación con los enlaces y jurados. Se trataba de estructuras básicas del Sindicato Vertical franquista que, tras ser largamente ignoradas por los trabajadores por su ineficacia y complicidad con las decisiones empresariales, empezaban ahora a ser consideradas como posibles plataformas para una acción sindical alternativa y entrista que, por agregación, permitiera transformar las quejas individuales por la aplicación del sistema Bedaux en reivindicaciones colectivas a negociar con la empresa.

Tras un largo pulso de dos años entre trabajadores y técnicos encargados de aplicar la nueva OCT, con numerosos episodios de micro-conflictividad en naves y talleres, el 27 de octubre de 1961, tras una asamblea en El Fornás, se firmaba el primer convenio colectivo de AHV, en cuya negociación participaron ya líderes obreros no verticalistas (Miguel Lluch y Ginés Zaplana), elegidos un año antes para el Jurado de Empresa.

El Convenio codificaba el conflicto de intereses entre empresa y trabajadores, evidenciando la voluntad negociadora de ambas partes y su capacidad de alcanzar acuerdos de suma positiva, regulando la aplicación pactada del nuevo sistema de organización del trabajo que, tras mejorar la productividad, permitiría la progresiva reducción de la plantilla en los cinco años siguientes (de 4.755 a 3.857 trabajadores), al tiempo que fijaba un incremento salarial del 70% (3.000 pesetas mensuales de media) y otros avances en materia de cobertura social.

Identificamos aquí ya los primeros rasgos definitorios del nuevo sindicalismo que sin renunciar a la confrontación, como veremos, fue capaz de aprovechar las limitadas posibilidades de representación de los trabajadores y de interlocución con la empresa que ofrecía el sistema para acumular poder contractual en defensa de las reivindicaciones obreras lo que permitirá, en adelante, transformar las prestaciones otorgadas por el modelo paternalista en derechos adquiridos, combinando estrategias de protesta y propuesta.

La aplicación del acuerdo y la revisión del cronometraje de tareas serán desde entonces motivo recurrente de conflicto en forma de trabajo lento (“a la marxeta”) o paros puntuales (junio de 1962, diciembre de 1963, septiembre de 1964) que culminarán en la primera gran huelga de junio de 1965, en la que durante diez días dos mil trabajadores de AHV-Puerto de Sagunto defendieron sus propuestas para la renovación del convenio, mediante un articulado calendario de paros por talleres y secciones que puso de manifiesto el alto grado de desarrollo organizativo y capacidad de movilización de un emergente liderazgo sindical.

Manifestación en València por los Altos Hornos de Sagunto. Jesús Císcar

Tras los primeros días de paros, la dirección de la empresa no sólo se negó a renegociar el convenio sino que despidió a varios representantes sindicales y amenazó con la suspensión definitiva de empleo y sueldo a todos los participantes. Finalmente, la generalización de la huelga y la intervención de los representantes de los trabajadores lograron que la empresa retirara las sanciones pero no que firmara el nuevo convenio, que fue sustituido por un laudo de la autoridad laboral que prorrogaba el anterior y fijaba una subida salarial del 17% (lo que suponía que la remuneración media en la factoría se habría multiplicado por diez entre 1959 y 1965), consolidando pese a todo su capacidad de organización autónoma, interlocución institucional y poder contractual.

Las elecciones sindicales del año siguiente refrendaron dicha dinámica dando, por primera vez, la mayoría (9 sobre 12 enlaces del colegio de trabajadores no cualificados) a la candidatura de lo que por entonces comenzaba a denominarse “el movimiento de las comisiones obreras”, a cuya reunión fundacional en el País Valenciano (11 de diciembre de 1966), en los locales de la vieja sociedad cultural Lo Rat Penat en el centro histórico de Valencia, asistieron dos enlaces sindicales de Altos Hornos (Miguel Lluch y Julián López) que más tarde (noviembre de 1968) serian detenidos, junto a otros cuatro trabajadores de la factoría, en la primera gran “redada” policial contra el emergente movimiento obrero valenciano.

La confluencia de ambos factores (poder contractual interno / represión externa) operando sobre el micro-cosmos laboral cerrado y relativamente uniforme propio de la factory-town porteña, caracterizado por un desarrollado sistema fordista de producción e interlocución laboral, explican el repliegue táctico y cambio estratégico que durante los años siguientes mantendrán los sindicalistas ante las perspectivas de ampliación derivadas de la decisión gubernamental (21 de junio de 1971) de construir en Sagunto la IV Planta Siderúrgica Integral, que dio origen a la renovación de la empresa como Altos Hornos del Mediterráneo (AHM).

Se trataba de un proyecto faraónico, con una inversión prevista de 126.000 millones de pesetas y alrededor de 8.000 empleos directos, basado en unas exageradas previsiones de demanda interior de acero que la posterior crisis energética y del automóvil acabaron demostrando erróneas, complicando más tarde la necesaria restructuración del sector.

En este contexto, los sindicalistas de AHM, conscientes de haber tocado techo en sus reivindicaciones salariales (30% por encima de la media del sector metalúrgico) y de haber validado sus recursos de presión/negociación, se centraron en la defensa del empleo ante los primeros síntomas de crisis en la empresa, adoptando desde entonces una estrategia proactiva y endógena, con el consiguiente aislamiento relativo respecto de la dinámica general del emergente movimiento obrero valenciano durante la fase final de la dictadura y el inicio de la transición a la democracia.

Los problemas de la siderurgia comenzaron en 1975 cuando, tras una largo período de expansión, la crisis energética derivada de la guerra del Yom Kipur provocó un fuerte incremento de costes y progresiva contracción de la demanda de acero en los países de la Comunidad Económica Europea (CEE), lo que en el caso español se sumaba a las incertidumbres coyunturales del final de la dictadura y el inicio de una compleja transición (política, económica, social, legislativa e institucional), durante la que se adoptaron sólo medidas cortoplacistas que no hicieron sino agravar la crisis estructural de un sector que ocupaba a 43.000 trabajadores en tres distritos industriales distintos y distantes (Ensidesa, AHV y AHM), retrasando la adopción de las necesarias medidas de restructuración.

El primer Gobierno de la democracia (UCD) aprobó la concesión de un crédito extraordinario al Instituto Nacional de Industria (INI) de 15.000 millones de pesetas como medida de apoyo urgente al sector siderúrgico (Ley 60/1978). Se trataba de una estrategia dilatoria y defensiva, orientada exclusivamente al saneamiento financiero del sector, cuyo objetivo era que la crisis industrial no bloquease el proceso de cambio político, justamente cuando a nivel europeo se estaban aplicando ya medidas proactivas de restructuración (mejoras tecnológicas, concentración de la producción, reducción de plantillas, etc.).

Ante el agravamiento de la situación, se iniciaron negociaciones a tres bandas entre Gobierno, empresas y sindicatos que concluyeron con un acuerdo transitorio recogido en el Real Decreto 878/1981 sobre medidas de reconversión de la siderurgia integral para adecuar la capacidad de producción instalada a la contracción del consumo interno de acero, lo que implicaba una progresiva reducción de los excedentes de plantilla (5.800 en total, 700 de ellos en AHM), incluyendo asimismo el compromiso de inversiones públicas y privadas por un valor de 130.000 millones de pesetas para la renovación del sector, mediante la construcción de dos nuevas acerías y un tren de bandas en caliente (TBC), con la pretensión de garantizar la competitividad del sector y garantizar los puestos de trabajo restantes.

El proyecto inicial ubicaba las nuevas acerías en Ensidesa y AHV, mientras que no precisaba la disputada localización del TBC, por lo que el Gobierno decidió requerir los servicios de una consultora especializada, la Kawasaki Steel Corporation, cuyo informe final, presentado en mayo de 1982, recomendaba su instalación en Puerto de Sagunto, si bien proponía aplazar varios años la inversión correspondiente hasta tanto no mejorase la situación industrial y financiera de AHM. Todo lo cual provocó fuertes tensiones entre las tres empresas interesadas, que acabaron implicando a sus respectivos gobiernos autonómicos, imposibilitando además la articulación de una estrategia sindical unitaria a nivel nacional (CC.OO. era mayoritaria en AHM, UGT en Ensidesa, mientras que en AHV existía una fuerte fragmentación de la representación con importante presencia nacionalista).

La creciente debilidad parlamentaria del Gobierno de UCD le impidió aplicar las conclusiones del Informe Kawasaki, limitándose a crear una comisión interministerial que estudiara las propuestas de las tres empresas implicadas, cuya decisión quedó de nuevo aplazada por la convocatoria de elecciones generales de octubre de 1982 y posterior cambio de Gobierno, tras la victoria por mayoría absoluta del PSOE.

A principio de febrero de 1983, el Ministerio de Industria del recién constituido gobierno socialista presentó un nuevo plan en la Comisión de Seguimiento, para su discusión con empresas y sindicatos, por el que se abandonaba la construcción de otro TBC en Sagunto y se proponía renovar los dos ya existentes en AHV y Ensidesa invirtiendo, en definitiva, las conclusiones del Informe Kawasaki y apostando, en definitiva, por la opción vasca y asturiana, con el consiguiente abandono del proyecto de la IV Planta Siderúrgica Integral de AHM.

La opción gubernamental pretendía así llevar a cabo la tan necesaria como aplazada reestructuración con el menor coste social y político posible, por lo que las inversiones se dirigirían a las dos regiones que, por entonces, estaban sufriendo con mayor dureza la crisis industrial, en detrimento de la siderurgia valenciana, cuyo cierre se preveía que tuviera menos efectos cuantitativos sobre el empleo y la economía regional, al tiempo que se intentaba completar el proceso a la mayor brevedad para que no interfiriese en las conversaciones para la integración de España en la CEE, que incluían también negociaciones sobre el nuevo mapa de la siderurgia comunitaria.

Desde entonces, historiadores y economistas, sociólogos y protagonistas han analizado en profundidad dicho proceso, generando una amplia y diversificada bibliografía, tratando de dilucidar en qué proporción intervinieron razones de carácter político, técnico, económico y/o internacional en el diseño final de la reestructuración siderúrgica, cuyo impacto sociolaboral e, incluso, emocional y simbólico, alcanzó niveles históricos en todas las comunidades afectadas, especialmente la valenciana.  

Eran las 23.30 horas del día 5 de octubre de 1984 cuando el alto horno nº 3, que aún seguía en funcionamiento en la factoría siderúrgica de AHM, realizó su última colada de acero, poniendo así fin a un modelo de actividad industrial que desde principio del siglo XX había configurado al Puerto de Sagunto como una gran ciudad-fábrica, escenario en los dos últimos años del más importante conflicto laboral de nuestra historia.

Cuando el 4 de febrero de 1983 los trabajadores de AHM se opusieron a la primera orden de cierre decretada por el presidente de la empresa, José María Lucía, se iniciaba un conflicto que se prolongaría durante los siguientes 14 meses en los que se registraron 24 huelgas en la factoría y 9 en el conjunto de la comarca del Camp de Morvedre; once grandes manifestaciones en Valencia y siete marchas a Madrid; la presentación de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) avalada por 700.000 firmas; asambleas multitudinarias en el campo de futbol de Puerto de Sagunto; retenciones de directivos de la empresa y de parlamentarios autonómicos; cortes de carreteras y vías férreas; un violento asalto a la comisaría, etc.

Revisar ahora la batalla de Sagunto, cuando han transcurrido ya cuatro largas décadas, y hacerlo sin caer en lecturas maniqueas y simplistas, nos permite constatar cómo la factoría de AHM y su entorno operaron entonces como un gran taller teórico-práctico de sindicalismo y relaciones laborales, en defensa de la dignidad del trabajo y de las personas trabajadoras, cuyas organizaciones y representantes activaron a tal efecto todos sus recursos de intervención, en un largo y complicado proceso no exento de tensiones que puso también de manifiesto sus fortalezas y debilidades.

Derivada del modelo de factory-town, la posición estructural de los sindicatos de AHM les confería una notable capacidad de control de la producción de la factoría, desarrollando incluso funciones de auténtico contrapoder frente a la dirección de la empresa, en un ejercicio de autogestión obrera como los episodios de resistencia a las órdenes de cierre inicial del alto horno nº 2 y posterior mantenimiento activo del tren 28, en febrero y septiembre de 1983, respectivamente. 

Enfrentamientos con la policía en el conflicto de los Altos Hornos de Sagunto. Jesús Císcar

Durante todo el conflicto se mantuvo, asimismo, una movilización sostenida y compacta de los trabajadores (24 convocatorias de huelga, con un total de dos millones de jornadas no trabajadas) y del entorno local (implicación de la sociedad porteña y de la comarca del Camp de Morvedre), presentando por el contrario mayores dificultades para generar una solidaridad real y no sólo simbólica a un nivel sectorial y territorial más amplio. El “espléndido aislamiento” que durante años había reforzado aquel bastión, cerrado y autocomplaciente, del movimiento obrero evidenciaba ahora sus límites, a diferencia de lo que ocurría en el País Vasco y, sobre todo, en Asturias, cuyos sindicatos demostraron mayor eficacia en la articulación de consensos sociales e institucionales.

Dicha posición estructural de los sindicatos de AHM explica y retroalimenta tanto sus recursos de intervención como las diferentes estrategias que desplegaron durante aquellos 14 meses dirigidas, inicialmente, a defender la continuidad de la factoría y, más tarde, tras comprobar la ineluctable decisión de su cierre y el progresivo agotamiento de su capacidad de resistencia, a garantizar el mantenimiento del empleo y derechos laborales de los trabajadores afectados, así como los compromisos de posterior reindustrialización de la zona previstos en el Real Decreto-Ley 8/1983, de 30 de noviembre.

El factor clave fue, en ambos casos, la fuerte implantación de los sindicatos de clase en la empresa, que desde finales de los años sesenta había acumulado un sólido poder contractual (convenios colectivos, mejoras salariales, prestaciones sociales) basado en sus recursos asociativos de los que emanaban liderazgos representativos.

Mientras que la tasa media de afiliación sindical en el País Valenciano apenas superaba el 12% a principios de la década de los ochenta, en AHM era del 65%, siendo 2.190 los adscritos a CC.OO. y 560 a UGT. La afiliación directa se complementaba con la representación indirecta a través de las elecciones sindicales que, en su segunda convocatoria (junio de 1980) registraron una participación superior al 75% de la plantilla, configurando un Comité de Empresa integrado por 19 delegados de CC.OO., 8 de UGT y 2 no adscritos. 

Protestas frente a la policía en el conflicto por los Altos Hornos de Sagunto. Jesús Císcar

Esta doble vía (presencia/audiencia) de agregación y representación confería al sindicalismo de clase de AHM, ampliamente hegemonizado por Comisiones Obreras, una gran capacidad de influencia de sus convocatorias a la movilización, tanto a nivel de empresa como en el conjunto de la sociedad saguntina, activando fuertes mecanismos de sociabilidad, identidad de clase y pertenencia a la comunidad.

Con todo, dicha dualidad generó también problemas y choques inter e intra sindicales cuando, en la fase final del conflicto la Coordinadora, que había actuado inicialmente como caja de resonancia de las reivindicaciones obreras convirtiéndolas en demandas ciudadanas, provocó un choque de legitimidades con el Comité de Empresa sobre la gestión del conflicto laboral, derivado de los efectos distorsionadores de la crisis del PCE que salpicaban por entonces a CC.OO., enfrentando al sector más radical al frente de la Coordinadora con el más pragmático que lideraba el Comité de Empresa. En el caso de UGT las diferencias se produjeron entre su sección sindical en AHM, que respaldaba la posición mayoritaria del Comité de Empresa, y la Federación del Metal, defensora de la propuesta gubernamental para la reconversión siderúrgica.

Además, el diseño discursivo de la campaña, en clave negativa y orientación estrictamente local (No al cierre de AHM. No a la muerte de un pueblo), así como la frágil alianza inicial y posterior enfrentamiento con el gobierno autonómico, limitaron tanto la extensión de la protesta como la eficacia de la misma, a diferencia de lo que ocurriría en Asturias, cuyos sindicatos plantearon su estrategia en términos más positivos (Salvar Ensidesa es salvar Asturias) e inclusivos en alianza con, no contra, las instituciones regionales.

Pese a tales contradicciones, es justo y necesario reconocer que el movimiento sindical saguntino consiguió activar sus fortalezas y potencialidades mediante una larga campaña coral de movilizaciones que evolucionaría desde la resistencia reactiva al cierre de AHM a la negociación y defensa proactiva del empleo y los derechos de sus trabajadores, en un ejercicio de dignidad obrera que en ocasiones alcanzó niveles de epopeya social, similar a la huelga que por aquellos mismos meses mantenían los mineros ingleses, y que ha permanecido hasta hoy en la memoria colectiva de Puerto de Sagunto, articulando a tal efecto sus recursos de presión social y negociación institucional.

Durante la primera mitad de 1983 el conflicto tuvo un carácter fundamentalmente expresivo, con protestas destinadas a visibilizar la oposición de los trabajadores de AHM y ciudadanos de Sagunto al cierre de la factoría y su defensa de la viabilidad renovada de la misma. Más tarde, el decreto de reconversión de la siderurgia (RD 1853/1983, de 6 de julio) cerraría definitivamente dicha vía, lo que radicalizó tanto las medidas impuestas por la empresa (sucesivas oleadas de despidos, EREs, sanciones, reducción de la actividad productiva y amenazas de lockout…) como la respuesta de los trabajadores (nuevas huelgas, negativa al cierre del tren 28, manifestaciones y cortes de carreteras, retención del jefe de personal, ataque a la comisaría de policía…), en una dialéctica de acción/reacción que se prolongaría hasta bien entrado 1984.

Se hacía, pues, necesario un cambio estratégico que buscara una salida negociada al conflicto, conforme a lo que ya era entonces opinión mayoritaria de la población saguntina, expresada en una encuesta específica que, con carácter extraordinario, realizó el Centro de Investigaciones Sociológicas en el pueblo a finales de aquel verano (estudio 1.362) y según la cual el 74% de los entrevistados optaba por “negociar con el Gobierno para que se creasen puestos alternativos de trabajo suficientes”, mientras que sólo el 15% se planteaba “resistir cualquier intento del Gobierno de cerrar la cabecera”.

Se trataba de activar los recursos institucionales del sindicalismo (poder contractual, negociación socio-política) que pusieran en valor la amplia movilización conseguida durante la fase de protesta y la transformara en una propuesta de acuerdo que garantizase el mantenimiento del empleo y los derechos sociales de los trabajadores de AHM, evitando el deslizamiento del conflicto hacia un callejón sin salida por el bloqueo de las alternativas y el progresivo agotamiento de los recursos de resistencia, tanto salariales como materiales y de presión social. 

 

Manifestación de trabajadores y trabajadoras de los Altos Hornos de Sagunto. Jesús Císcar

Mientras las pérdidas económicas acumuladas por los trabajadores desde el inicio del conflicto ascendían ya a 300.000 pesetas de media, equivalente casi a la nómina de 5 meses según las tablas salariales del convenio vigente, se iban agotando las reservas de carbón necesarias para mantener operativo el alto horno nº 2 cuya orden de cierre, dictada nuevamente por la dirección de AHM el 20 de febrero de 1984, había rechazado el Comité de Empresa, al tiempo que resultaban fallidas las últimas medidas de presión social realizadas, tales como la dimisión del alcalde socialista José García Felipe y 17 concejales de Sagunto el 27 de enero, o el posterior intento de huelga general convocada para todo el sector de industrias en reconversión que tuvo escaso seguimiento, al no sumarse varias grandes empresas valencianas como UNL, Macosa y Cointra que habían pactado ya sus respectivos convenios.

Así las cosas, el Comité de Empresa, presidido por el sindicalista de CC.OO. Miguel Campoy, propuso en una dramática asamblea celebrada el 22 de marzo de 1984, poner el horno nº 2 en posición de banking a cambio de la readmisión de los despedidos y el inicio de conversaciones con el INI para una salida negociada del conflicto, lo que fue mayoritariamente aceptado (2.041 votos a favor) por los trabajadores.

El 4 de abril se firmó un pre-acuerdo entre las direcciones del INI y de AHM, el Comité de Empresa de la factoría y las federaciones estatales del sector metalúrgico de CC.OO. y UGT, por el que se fijaba el cierre definitivo de la cabecera de AHM a cambio de la creación por el INI de 2.100 puestos de trabajo en la comarca del Camp de Morvedre durante el período 1985-1987, garantizándose que no habría despidos sino que se mantendrían los derechos acumulados de los trabajadores mediante jubilaciones anticipadas voluntarias para los mayores de 55 años y la constitución de un Fondo de Promoción de Empleo (FPE), como paso intermedio a la recolocación del personal excedente, basado en la suspensión temporal de contratos de hasta 36 meses y unas percepciones equivalentes al 80% de las retribuciones brutas que tendrían en caso de estar en activo.

En la asamblea celebrada al día siguiente para informar de lo acordado se produjeron duros enfrentamientos entre partidarios y detractores del mismo, referidos tanto a su contenido sustantivo como a la forma prevista para su votación, planteándose incluso un choque de legitimidades entre instituciones representativas (Comité de Empresa vs Coordinadora) y decisorias (asamblea de fábrica o de pueblo), lo que reflejaba la existencia de dos modelos diferentes (sindicalista/populista) para la gestión final del conflicto. Mientras el sector mayoritario de CC.OO. y los delegados de UGT en el Comité de Empresa defendían el contenido del acuerdo y que fuese la asamblea de fábrica la que decidiese en referéndum sobre la ratificación del mismo, los “críticos” de CC.OO. y otros colectivos minoritarios, agrupados en una Coordinadora por entonces ya tan fragmentada como radicalizada, rechazaban el pacto acusando de traición a sus promotores y optaban por la asamblea popular como última instancia de decisión.

El referéndum celebrado el 10 de abril en la empresa, con una participación de 3.294 trabajadores (86% de la plantilla del momento), ratificó por amplia mayoría el modelo sindicalista de presión/negociación y el acuerdo finalmente suscrito: 2.157 votos a favor (65,5%), 1.033 en contra (31,4%) y 104 blancos o nulos (3,2%).

Se cerraba así, con una ejemplar demostración de democracia obrera y liderazgo sindical, el mayor ciclo de protesta, movilización y propuestas de los trabajadores valencianos al tiempo que se abría una nueva etapa en la que, mientras se mantenía el seguimiento y aplicación de lo acordado en un proceso no exento de dificultades, aumentaba la sensación de incertidumbre ante el futuro del empleo, la economía y los proyectos, individuales y colectivos, de la población de aquel puerto de acero que había nacido y crecido con (y, en ocasiones, contra), desde, hacia, para y por el trabajo en la fábrica.

Pese a todo, el desenlace del proceso puso de manifiesto que sin la larga lucha de los trabajadores de AHM y del pueblo saguntino el contenido y posterior aplicación de aquellos acuerdos de abril, ratificados mayoritariamente, no hubieran sido los mismos, pues cuando se inició el conflicto el plan gubernamental se limitaba exclusivamente al cierre de la cabecera y el desmantelamiento de las instalaciones, con la correspondiente rescisión de los contratos de trabajo, sin incluir compromisos de empleo alternativo ni proyectos de reindustrialización como los que, cuarenta años después, han reactivado la economía, el trabajo y la vida del Puerto de Sagunto.

Tras el shock inicial por el cierre de la factoría y el fin de la movilización ciudadana, una especie de depresión colectiva se abatió sobre Sagunto, provocada por la sensación de pérdida de la seguridad conquistada en el pasado, el miedo presente al paro y la incertidumbre ante el futuro económico y del empleo, lo que se reflejaría durante años en una larga atonía de los principales indicadores sociales, incluido el demográfico, hasta el punto de que el censo de población se mantuvo estancado en torno a los 55.000 habitantes durante las dos décadas siguientes.

De ser un núcleo urbano y una comunidad social formada y desarrollada en torno a la fábrica, la crisis y posterior desmantelamiento de la misma significaban, de entrada, no sólo la quiebra de la trayectoria laboral de quienes en ella trabajaban sino el bloqueo de las expectativas de inserción de quienes confiaban hacerlo y, por extensión, de las del conjunto de la sociedad porteña. El modelo de trabajo fordista y masculino de la gran factoría iba desapareciendo conforme se desmantelaban las instalaciones de AHM y tras el estancamiento posterior a su cierre definitivo iría emergiendo una nueva realidad configurada por estructuras empresariales y laborales fragmentadas y diversas.

Pese a todo, los niveles de identidad obrera y cohesión social alcanzados antes y durante la batalla de Sagunto en la defensa del empleo y los derechos laborales, explican la capacidad de resiliencia colectiva frente a las efectos disruptivos de la crisis y sentaron la base del posterior proceso de recuperación.

En lo inmediato, AHM quedó como empresa sin actividad encargada de gestionar los pasivos resultantes del cierre de la cabecera, mientras que su tren de laminación en frío pasó a ser explotado por una nueva sociedad, Siderúrgica del Mediterráneo (Sidmed), que quedó inicialmente como filial de Ensidesa y junto a las empresas de reciente creación (Pilkington, Fertiberia y otras) absorbió a un total de 2.180 trabajadores.

Por su parte, el Fondo de Promoción de Empleo (FPE), creado en aplicación de los acuerdos de abril, clasificó a los excedentes laborales afectados por la reconversión en tres colectivos según cohortes de edad. Los obreros mayores de 55 años se acogieron a la jubilación anticipada sufragada por la empresa y el Estado y conforme cumplían los 65 años accedían a la pensión de jubilación normal que les correspondiese. En el otro extremo, los trabajadores menores de 35 años y los eventuales pasaron a percibir las prestaciones del seguro de desempleo a que tenían derecho mientras se tramitaba su recolocación. Por último, los integrantes del grupo intermedio fueron contratados de forma preferente en Sidmed (actualmente Arcelor-Mitttal) y las nuevas empresas instaladas. En 1987 el FPE había completado ya la recolocación de la práctica totalidad del excedente laboral de AHM y gestionado las percepciones de sus prejubilados.

Aunque durante años la tasa de paro registrado en la comarca del Camp de Morvedre se mantuvo por encima de la media de la Comunidad Valenciana, el impacto global de la crisis siderúrgica resultó a la larga menos negativo aquí que en el País Vasco y Asturias. Mientras que en Euskadi una segunda ronda de restructuración a mediados de los noventa supuso el cierre de todas las instalaciones de cabecera de AHV, incluyendo la acería y el TBC, en Asturias fueron apagados los hornos altos de Avilés, quedando el TBC reformado de Ensidesa desconectado de las restantes instalaciones de cabecera situadas en Gijón. A finales de siglo la plantilla global del sector siderúrgico español se había reducido prácticamente a la mitad, de 43.000 a 22.000 trabajadores, en apenas una década. Al mismo tiempo, el déficit material de acero y derivados generado por la drástica reducción de su capacidad productiva transformó a nuestro país de excedentario a importador neto de productos siderúrgicos convirtiendo al Puerto de Sagunto, paradójicamente, en su principal vía de entrada, factores ambos que, si más no, obligan a una reflexión retrospectiva sobre el diseño y gestión de aquel difícil proceso de reconversión industrial.

Protesta en el Puerto de Sagunto contra el cierre de los altos hornos. Jesús Císcar


Tras un primer intento reindustrializador que durante los años noventa supuso la instalación en Puerto de Sagunto de importantes empresas (Thyssen, Bosal, Galmed…) atraídas por la disponibilidad de suelo industrial (polígono gestionado por el SEPES) y el know-how de los técnicos y trabajadores de la zona, a principio de siglo el Ayuntamiento y la Generalitat, gobernados ambos por el Partido Popular, iniciaron la promoción de un nuevo Parque Industrial (Parc Sagunt-I) sobre los terrenos de la antigua AHM (9,5 millones de metros cuadrados), con más fanfarria publicitaria que capacidad de gestión real, siendo inaugurado sucesivamente por los presidentes Zaplana y Camps tras una década de inactividad y mientras otra crisis económica golpeaba de nuevo duramente a una comarca que apenas había iniciado su recuperación: entre 2008 y 2013 el paro se triplicó pasando de 4.924 a 13.981 desempleados registrados (27,6% sobre la población activa), como resultado de los ajustes de plantilla y cierre de varias empresas.

A partir de 2016 el cambio de ciclo económico y político supondrá un renovado impulso para la reactivación económica de la zona (central térmica, regasificadora, desalinizadora, proyecto de Parc Sagunt-II…), abriendo un significativo debate sobre si el modelo a desarrollar debía tener una orientación preferentemente industrial o terciaria. Mientras que el equipo nacionalista que gobernaba entonces el Ayuntamiento (cuya base electoral se concentraba en el núcleo histórico de la ciudad) y varios colectivos ecologistas se oponían a la instalación de las nuevas empresas por considerarlas contaminantes y depredadoras del entorno natural, los sindicatos y partidos mayoritarios de la izquierda (de implantación transversal aunque ampliamente mayoritaria en El Puerto) defendían un crecimiento sostenible que optimizase las infraestructuras materiales y recursos humanos disponibles, para garantizar una justa y necesaria recuperación económica y del empleo que reparase el impacto negativo de las anteriores crisis y abriera nuevas expectativas de futuro.

La crisis de la COVID iniciada en el primer trimestre de 2020, frenará temporalmente el proceso de reactivación económica en curso, aunque el escudo social implementado por el gobierno de coalición progresista (ERTEs, reforma laboral, incremento del salario mínimo…) paliará en buena medida sus efectos más devastadores. En la comarca del Camp de Morvedre los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo gestionados por el SEPE garantizaron el mantenimiento de casi 10.000 empleos (28,5% del total) y el salario correspondiente de los trabajadores afectados durante los meses centrales de la pandemia, facilitando luego la normal recuperación de la actividad productiva.

Desde entonces el proceso de reindustrialización de Sagunto y su comarca no ha dejado de avanzar, convirtiendo de nuevo a la zona en referente industrial, hasta el punto de que el último estudio del Instituto Nacional de Estadística sobre áreas urbanas funcionales la sitúa en el tercer puesto en el ranking de empleo industrial (23,5%), doblando prácticamente la media nacional (13,3%).

El más importante hito hasta el momento de dicho proceso ha sido el compromiso de la multinacional Volkswagen de instalar unas gigafactoría de baterías en Parc Sagunt-II, tras laboriosas negociaciones impulsadas durante 2022 por el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, que contaron con el apoyo de los principales agentes sociales, económicos e institucionales de la Comunidad. Con una inversión prevista de 4.500 millones de euros y la creación de más de 3.000 empleos directos y 12.000 indirectos, la primera fase del proyecto, que ha generado un razonable optimismo entre la población de la zona, se espera que entre en funcionamiento en 2026 y el resto a final de la década, junto a otras importantes inversiones en infraestructuras (ampliación portuaria, conexión ferroviaria, estación intermodal…) que consolidarán al Puerto de Sagunto como nodo geoestratégico del eje mediterráneo.

Cabe hacer constar, finalmente, que durante estas cuatro décadas de crisis y recuperación, las organizaciones sindicales han tratado, no sin dificultades, de adaptar sus recursos y estrategias a los profundos cambios registrados tanto a nivel general como en su ámbito más inmediato de intervención, renovando sus estructuras, liderazgos y programas de trabajo, revalidando su representatividad y capacidad de interlocución e impugnando en la práctica el tópico discurso sobre su inevitable obsolescencia.

Con algunas oscilaciones registradas a lo largo del período, la afiliación sindical en la comarca sigue siendo superior a la media, situándose en torno al 25% sobre la población asalariada, distribuyéndose entre los 5.100 adscritos a CC.OO., 1.500 a UGT y algunos centenares más entre organizaciones menores.

En cuanto a la representatividad derivada de las elecciones sindicales que, con periodicidad cuatrienal, se celebran en las empresas con una plantilla superior a los 10 trabajadores, su cobertura ha evolucionado en función del ciclo económico (altas/bajas de empresas, ampliación/reducción de plantillas) alcanzando en la actualidad a 216 empresas y más de 25.000 trabajadores del Camp de Morvedre que, en la última convocatoria de 2023, habrían elegido un total de 836 delegados sindicales (300 más que en 1990), de los que el 46,5% pertenecen a CC.OO. y el 31,3% a UGT, que actúan cotidianamente como interlocutores ante sus respectivas empresas en defensa de los intereses y derechos de los trabajadores de las mismas.

La evolución reciente del sindicalismo porteño registra, asimismo, algunas transformaciones cualitativas especialmente significativas tanto en la composición morfológica de su afiliación (creciente presencia de trabajadoras y trabajadores de sectores terciarios y profesionales) como las derivadas del cambio generacional y de género en sus liderazgos, lo que constituye un claro indicador de la capacidad de renovación de las organizaciones obreras.

Especialmente novedosa resulta la acción sindical en las grandes empresas multinacionales instaladas en la zona (Arcelor-Mittal, Pilkington, Thyssenkrup), con una plantilla que en conjunto supera los 1.300 trabajadores y cuyos representantes sindicales forman parte de los respectivos Comités de Empresa Europeos, participando del nuevo modelo de relaciones laborales de ámbito global, lo que demuestra haber superado también en este ámbito los anteriores límites de la factory-town.