El aprovechamiento de residuos agrícolas, la producción de trufa o la implantación de tiendas multiservicios, son parte de las apuestas de la Diputación para frenar la despoblación en el Alto Palancia y generar actividad económica en sus municipios
El área de Sostenibilidad de la Diputación de Castellón valora instaurar próximamente el modelo de economía circular iniciado en la antigua planta de purines de la Salzadella en la zona del Alto Palancia.
Por este motivo, el diputado provincial de Sostenibilidad, Ignasi García, y el diputado provincial de Promoción Económica e Internacionalización, Pau Ferrando, se reunió en Altura con representantes de la Cooperativa Oleica Alto Palancia, entre los que estaban el presidente de la cooperativa, Federico Lozano, su director, Luís Velázquez, su secretario, Antonio Beltrán, y el vocal, Emilio Chiva.
La Cooperativa Oleica Alto Palancia, conocida también como 'La madre', reúne las cooperativas de los municipios de Altura, Almedíjar, Castellnovo, Chóvar, Navajas, Sot de Ferrer y Teresa. Se dedica a la producción de aceite de oliva virgen extra y actualmente
envía la sansa o alperujo hasta plantas de tratamiento situadas en
autonomías como Castilla la Mancha o Cataluña.
La intención de la Diputación es reproducir la experiencia piloto de agrocompostaje iniciado con las cooperativas del Maestrat en las diversas zonas agrarias de la provincia de forma que el residuo agrícola pueda tratarse en proximidad y transformarse en un activo para los campos de donde procede. Con ello se quiere contribuir, de manera práctica, al desarrollo innovador del sector agrario y a su sostenibilidad tanto económica y temporal como medioambiental, adaptándolo a los eco-esquemas de la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC), los cuales requieren fomentar la implantación de modelos de economía circular en el territorio así como la colaboración de entes públicos y privados para conseguir el 100% de la financiación que contemplan las subvenciones de los próximos años, de cara a mantener a flote este sector básico y revertir el proceso de despoblación en el interior.
APOYO A LOS PUEBLOS EN AMENAZA DE DESPOBLACIÓN
También desde la Diputación
de Castellón se han aprobado varias subvenciones por valor de 54.220 euros para la creación
de tiendas multiservicio en 5 municipios de las comarcas del Palancia y Mijares
de menos de 200 habitantes, como son Villanueva
de Viver, Matet, Arañuel y Gaibiel con 12.000 euros; y Argelita con 6.220
euros.
Lo
que se pretende con esta línea de ayudas, concedidas por el procedimiento de
concurrencia competitiva, es fomentar la existencia de servicios básicos en las
pequeñas poblaciones del ámbito rural y generar actividad económica con su
gestión. El importe de la subvención debe destinarse a obras de
acondicionamiento del local municipal en el que se ubicará la tienda y al
equipamiento para ponerla en marcha.
El
presidente de la Diputación, José Martí, ha explicado que en estos momentos
"estamos en fase de obras de estos establecimientos que
La apertura de estos establecimientos permitirán que las
vecinas y vecinos del pueblo puedan adquirir productos básicos sin necesidad de
desplazarse fuera de sus municipios, e incrementará la cantidad y la calidad de los servicios en el ámbito rural para afrontar el reto
demográfico e intentar fijar población al territorio, generanado
actividad económica.
VILLANUEVA DE VIVER APUESTA POR LA TRUFA
En este sentido, otro de estos municipios, como es el Ayuntamiento de Villanueva de Viver, con el objetivo de plantar cara a la despoblación y conseguirlo a través de la puesta en valor de sus fortalezas, ha acogido un curso de iniciación a la truficultura que se desarrollará en el edificio de Desarrollo Rural de la Diputación.
La trufa es mucho más que un hongo muy cotizado en el mercado. Para un
municipio como este, es una oportunidad para la vida que debe aprovechar. El suelo, tanto forestal como de cultivo, que posee la población es una fuente de riqueza que si se sabe explotar de una forma ecológica y sostenible, puede convertirse en una vía de negocio para muchos vecinos de la localidad. En la actualidad hay centenares de hectáreas de terreno que no dan ningún fruto porque no se trabajan. Exige un esfuerzo y las siembras tradicionales no son rentables. Sin embargo, el cultivo de la trufa puede dar un vuelco a esta situación y dar rentabilidad a estos suelos. Es un reto cuyos rendimientos pueden dar estabilidad a la población y atraer recursos.
El curso, integrado en el programa 'Sábados con la Dipu', fue impartido por la ingeniera Sara Molina, que en la primera sesión realizó una introducción al cultivo de la trufa y la preparación de los terrenos para plantar carrasca trufera en los campos de la localidad. La jornada también contó con la apertura de la oficina de asesoría rural, dirigida a resolver cualquier duda que presenten los vecinos.
Desde el consistorio se ha querido agradecer la implicación de diferentes organismos, como la UJI, la Generalitat Valenciana, Ruta de Sabor y Castellón Arqueológico, que forman parte de esta intensa y variada programación que se extenderá durante este mes de noviembre y el próximo diciembre en la localidad.