sábado, 26 de enero de 2019

LOS PUEBLOS DEL PALANCIA, SE VACÍAN

Tanto en el Alto Palancia como en el Camp de Morvedre, e incluso en la zona del Mijares, la despoblación afecta a la gran mayoría de municipios. Solo algunos de los asentados en el litoral tienen un crecimiento positivo.

La actualización de los datos estadísticos de población que aporta el Instituto Nacional de Estadística (INE) a fecha 1 de enero de 2018, vuelve a traer malas noticias para las comarcas del Palancia y Mijares.


La primera lectura global ofrece una pérdida de 387 habitantes en el conjunto de las comarcas del Alto Palancia y Alto Mijares, a los que se suman los 172 vecinos menos que han perdido algunos municipios del Camp de Morvedre, si bien en esta comarca el crecimiento poblacional ha aumentado gracias a Sagunto, Canet o Faura entre los más destacados.

Así pues, de los 27.702 vecinos con los que contaban a principios del 2017 el global de los 48 pueblos del Palancia/Mijares, se ha pasado a los 27.315 al iniciar el 2018. Es decir, ha perdido una media del 1,4% de sus habitantes, o el equivalente a la pérdida de poblaciones enteras como Montán, Bejís o Azuébar. Y esto que cabe recordar que los datos que ofrece el INE llevan un año de retraso, por lo que la situación real puede ser mucho peor.

El descenso es generalizado, y la pérdida de vecinos la encabeza la capital del Alto Palancia, Segorbe, que ha reducido en 91 vecinos su censo. También la sangría también es considerable en Altura, que reduce su población en 50 habitantes; en Soneja, que pierde 29; Castellnovo, que recorta en 20 su población; o Almedíjar que pierde 14 (-5,19%), entre los que más han perdido en cantidad, que no en porcentaje.

Estos datos nos arrojan el sorprendente dato de que es el área de mayor influencia de Segorbe el que más se ha visto afectado por la pérdida de habitantes, con 192 que suman Segorbe, Altura, Soneja, Castellnovo y Navajas, y que suponen algo más del 50% del total de la perdida del Alto Palancia.

Menos vecinos han perdido otros municipios como Algimia de Almonacid, Bejís, Benafer, Caudiel, Chóvar, Gaibiel, Higueras, Matet, Montán, Navajas, Pavías, Pina de Montalgrao, Sacañet, Sot de Ferrer y Teresa.

Pero no todo son malas noticias. En la otra cara de la moneda hay casos realmente destacables como Montanejos, que ha elevado su población en 46 vecinos (+9,16%), Viver, que la incrementa en 29 (+1,92%), Puebla de Arenoso, que suma 11 más (+8,27%), y el espectacular ascenso de Argelita, que con sus 19 nuevos vecinos alcanza un incremento positivo de +20,21%, el más alto a nivel provincial.

También han aumentado su población Barracas, Fuente la Reina, Torás, Vall de Almonacid, Villamalur y Villanueva de Viver, todos ellos entre cuatro y nueve vecinos. Por su parte, Geldo, Azuébar y El Toro han logrado mantener su población, que ya es bastante.

Todo esto da una muestra de esta penosa situación, que tiene su germen en tres cuestiones fundamentales: la carencia de puestos de trabajo, la pérdida de servicios, y el envejecimiento de la población.

De hecho, si se observa la evolución del censo provincial, se distinguen dos situaciones muy diferentes entre la costa y el interior. Así, los grandes municipios de la provincia como Castellón, Vila-Real, Benicarló, Burriana, Almazora... excepto Vall d´Uixó, han aumentado su población, que han llevado a que la provincia sume 1428 habitantes. Pero este ascenso solo se reparte entre 40 de los 135 municipios de la provincia, mientras que en los demás o se mantiene (5) o pierden población (90). Además, también se observa cómo hay 65 municipos poseen menos de 500 habitantes, y la más de la mitad de estos (39) están en nuestras dos comarcas.


SITUACIÓN DE CONTRASTES EN EL CAMP DE MORVEDRE

Mientras que muchos de los pequeños pueblos pierden población, Sagunto y Canet entre otros consiguen ampliar su censo, que resulta positivo en 441 personas en el común comarcal.

Como se ha dicho, los pequeños municipios de la comarca del Camp de Morvedre se han desmarcado de la senda de crecimiento demográfico de la Comunitat Valenciana del último año. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la mitad de las localidades del Camp de Morvedre, en su mayoría los núcleos que rondan los 1.000 habitantes, han perdido población en 2018, una tendencia de la que han escapado los municipios más grandes como Sagunt, Canet o Faura. 

Quart de les Valls, Benifairó de les Valls, Gilet y Algímia d'Alfara lideran este descenso demográfico con 50 y 37 vecinos menos, en los dos primeros casos, y 32 residentes menos en Gilet y Algímia. 



En cómputos generales, pese al descenso de la mitad de las localidades de la comarca, el Camp de Morvedre ha registrado un ligero aumento demográfico con 441 nuevos habitantes en 2018, quedando la población total en 90.811 personas. Una subida encabezada principalmente por la capital, Sagunto, donde se han registrado 391 vecinos nuevos en el último año. La ciudad del Camp de Morvedre lleva ya dos años consecutivos de crecimiento, dejando atrás los seis años de pérdida de población, lo que le ha permitido recuperar su población hasta los valores de 2011.

La localidad costera de Canet d'En Berenguer, la segunda con más población de la comarca con 6.575 habitantes, también ha visto crecer su población en 2018 con 102 vecinos nuevos. El censo de Canet ha aumentado paulatinamente desde el año 2014, retrocediendo sólo en 2017, lo que ha supuesto superar la barrera de los 5.000 habitantes en los últimos cuatro años.

En la subcomarca de Les Valls, Faura, la tercera localidad con más vecinos de la comarca, también ha crecido demográficamente. Según los datos del INE, en los últimos tres años ha aumentado en 70 habitantes, produciéndose el pico más alto en 2018 con 44 nuevos vecinos. La población de Quartell también ha aumentado en el último año en 22 personas. Sin embargo, Benifairó de les Valls, Benavites y Quart de les Valls han visto menguar su demografía en 2018. El caso más acuciante es el de Quart de les Valls donde la población ha descendido en 50 vecinos bajando la barrera de los 1.000 habitantes. Este municipio de Les Valls lleva perdiendo población desde 2015 y sólo registró un leve crecimiento en 2017.

La localidad de Benifairó de les Valls ha perdido 37 vecinos en 2018. Se trata del tercer año consecutivo de pérdida de población. Y como curiosidad, este municipio de Les Valls tiene el mismo número de hombres que de mujeres (1.084 cada sexo). Por último, en Benavites también ha descendido el número de vecinos en el último año en 19 habitantes. Esta localidad lleva perdiendo demografía desde 2013, lo que supone cinco años consecutivos de bajada poblacional.

En la subcomarca de La Baronia, la pérdida demográfica la lideran Gilet y Algímia d'Alfara, ambas localidades con 32 vecinos menos en 2018. En el primer caso, Gilet, desde 2012 se mantiene el número de habitantes sin grandes variaciones, pero con leves pérdidas paulatinas de población. Y en Algímia d'Alfara se retrocede a los valores demográficos de 2006.

Los municipios de Algar de Palància y Torres Torres también pierden población en La Baronia, pero sólo en un habitante menos. Cabe destacar que Algar de Palància ha perdido más de un centenar de vecinos en los últimos siete años. Por su parte, Torres Torres lleva desde 2015 prácticamente sin variaciones. 

Por contra, las localidades de Albalat dels Tarongers, Estivella, Alfara de la Baronia y Petrés han crecido demográficamente en 2018. Donde más ha aumentado la población en La Baronia ha sido en Albalat con 33 habitantes nuevos, seguido de Estivella con 16 vecinos. En Alfara de la Baronia y en Petrés el crecimiento ha sido insignificante con 4 y 1 habitantes, respectivamente. Por último, en Segart la población se ha mantenido con 158 habitantes. En 2018 disminuyó el número de mujeres, pero se compensó con la subida de hombres.

Esta alamante situación, que es extensiva al territorio nacional, ya ha llevado al Defensor del Pueblo a preguntar a las comunidades autónomas de Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunitat Valenciana, Extremadura, Galicia y La Rioja, los planes que manejan para afrontar el reto demográfico y comenzar a revertir la situación en la denominada «España vacía», y en especial, los que afectan a los habitantes de las zonas más despobladas para que puedan disponer a los servicios básicos.
Fuentes: Rafa Martín y M. Martínez - El Periódico de Aquí

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