Su estratégica posición, los puntos de sombra que cubre de otros observatorios, y las muchas urbanizaciones que pueden salir perjudicadas en caso de incendio, son los puntos a favor que esgrimen los mandatarios para reabrir este punto de vigilancia.
El cierre del observatorio forestal «El Picaio» ubicado en la Sierra Calderona en término de Algímia de Alfara, ha provocado malestar e indignación entre los alcaldes de la Mancomunidad de la Baronia quienes respaldan al mandatario de Algímia, Ernest Buralla en su petición de reabrir este punto de vigilancia.
El alcalde de Algimia ya ha dejado claro que trabajará lo que haga falta
hasta que la conselleria entienda que el observatorio es un bien para
todos, y que
es importantísimo para esta comarca. Por ello en cuanto llegue septiembre, volverá a insistir hasta tratar de lograr que el punto de vigilancia
del Picaio vuelva a abrirse en la próxima temporada, de junio a
octubre.
La conselleria clausuró este punto de vigilancia con un informe en contra de los agentes forestales que consideran éste observatorio «esencial» para la prevención de incendios en el parque natural de la Calderona y la comarca del Camp de Morvedre, alertando de las zonas de sombra que tienen otros puntos.
Por su parte, el
presidente de la Mancomunidad y alcalde de Algar de Palància, Juan
Emilio Lostado, califica de retroceso la decisión tomada por Medio Ambiente desde donde se esgrime que este observatorio «queda cubierto por al menos otros tres observatorios de la zona con una visibilidad mucho más amplia». A ésta se suman otras razones, según la adminstración autonómica, que se han interpretado en clave económica: Entre ellas está la de los trabajadores, que tenían la posibilidad de entrar en la bolsa y hay observatorios de la zona, como el de Alto del Pino, que han pasado a 24 horas de actividad y necesita más personal.
Parte de las montañas que se controlan desde este observatorio Foto: Turia RV |
Este ahorro en temas de prevención luego se paga caro con un incendio, y por eso desde la Mancomunidad ven injustificado el cierre de este observatorio,pues tal y como está la montaña en estos momentos; con falta de limpieza y de agua, es muy fácil tener una desgracia medioambiental por las muchas zonas de sombra que tienen los otros observatorios. Así lo acredita el informe de los forestales, y reconoce que el punto de observación del Picaio daba cierta tranquilidad porque alcanzaba a todas las urbanizaciones de Algimia, Algar, Gilet o Torres Torres, muchas de ellas en zona forestal y con gente habitando todo el año.
Otra de las voces críticas con la decisión de la conselleria ha sido la del alcalde de Gilet, Salva Costa, quien la tildaba de «barbaridad», el querer abaratar costes cerrando este tipo de infraestructuras. Basta como ejemplo el recordar el incendio que padecieron en la urbanización Balcón de la peña, un punto de inflexión en la prevención de incendios que ahora empieza a dar sus frutos con la actuación de Conselleria y Diputación en la habilitación de zonas perimetrales.
En este sentido, cabe destacar que el informe redactado por los forestales, donde se deja bien claro que en caso de producirse un
incendio en las zonas que consideran sombras, el observatorio del Alt de
Pi lo detectaría una vez transcurrido un tiempo, y no de forma
inmediata, siendo esto esencial para una respuesta rápida y eficaz de
los medios de extinción. Por este motivo no entienden la medida adoptada, ya que cuantos más puntos de vigilancia tenga la Sierra Calderona, mejor, pues todos los esfuerzos que se hagan en prevención son pocos.
Fuente: Levante EMV
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