La «Reynoutria japónica», utilizada en jardinería, obstruye los cauces, altera el régimen de avenidas y provoca daños en infraestructuras.
La Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha detectado la presencia en el Parque Natural de la Sierra de Espadán de una población de la planta “Reynoutria japónica”, considerada una de las 100 especies más invasoras del planeta.
Una brigada del servicio de Vida Silvestre en colaboración con personal del parque natural ha intervenido para eliminar este núcleo inicial mediante el desbroce de la vegetación y la trituración y cubrimiento de estos restos. Está previsto mantener una vigilancia especial en el entorno del paraje para evitar nuevos rebrotes de esta especie.
Según fuentes de Medio Ambiente, la “Reynoutria japónica” tiende rápidamente a hacer una “colonización exhaustiva del medio que provoca una extensa competencia por el espacio con las especies de flora autóctona e incluso con las de fauna, y puede llegar a taponar cauces y barrancos modificando al régimen de avenidas”.
Además, dificulta el tráfico ferroviario y la visibilidad en las carreteras -tiene predilección por cunetas y márgenes del ferrocarril-, y provoca daños en las construcciones e infraestructuras públicas debido a su resistencia a los herbicidas, su capacidad de crecimiento y a sus grandes raíces, que penetran hasta tres metros en el subsuelo, causando por todo ello pérdidas económicas.
Según un trabajo publicado en la revista digital “Flora Montiberica” por Juan Ramón Vázquez, del IES Almenara, que identificó esta especie, inicialmente la planta ocupaba apenas tres metros cuadrados de superficie en el margen de un camino y al lado del Barranco de Castro, en el término municipal de Eslida, donde convivía con otras planta alóctonas.
“Su presencia -asegura el experto- cabe atribuirla a movimientos de tierra de origen entrópico y a los restos de podas arrojados a la cuneta”.
El descubrimiento confirma, por otra parte, el papel que juega la jardinería, donde esta planta es utilizada como una trepadora decorativa, en la expansión de las especies alóctonas, sin que las sucesivas campañas divulgativas y cursos de formación específicos a técnicos y expertos en jardinería hayan logrado atajar el uso de plantas alóctonas, algunas de las cuales “pueden llegar a mantener poblaciones autosostenibles sin la intervención humana directa y propagarse a considerable distancia” del foco original, donde pueden “provocar importantes impactos ecológicos”.
Un estudio sobre el impacto económico de un reducido número de especies invasoras en Europa ha cuantificado el coste anual de los daños sufridos por diferentes sectores productivos y de los costes de gestión de las especies invasoras en más de 12.000 millones de euros. No obstante, los propios autores creen que esta cifra infravalora el coste real.
Amante de la humedad, la Reynoutria japónica es originaria del sudeste asiático (Japón, Corea, Suroeste de China, Islas Kuriles, Isla de Sajalín, Taiwán y Vietnam), donde forma parte de las comunidades vegetales en los márgenes de los bosques y en los cursos fluviales. Pero por desgracia, su preferencia por regiones lluviosas o con mucha humedad, la ha llevado a invadir ya la práctica totalidad de los países europeos y
ha sido detectada en Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Chile. Su presencia en España hasta ahora se limitaba a Asturias, Cantabria, A Coruña, Guipúzcoa, Lleida, León, Navarra, Ourense, Pontevedra, Vizcaya y Zamora. Pero por desgracia, ahora también amenaza a nuestra querida Sierrra Espadán
Fuente: Levante de Castellón
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