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jueves, 9 de mayo de 2013

CENTENARIO DEL CAMPANARIO DE SAGUNTO

Se construyó tras la demolición del anterior a causa de los grandes daños que sufrió durante la guerra de la Independencia.

El día 18 de mayo de 2013 el campanario de la iglesia Arciprestal de Santa Maria de Sagunto cumplirá 100 años, un siglo observando al pueblo desde sus 58 metros de altura, diez décadas siendo testigo de muchos hechos históricos de la Ciudad, testigo también de celebraciones de la vida de sus vecinos; bautizos, bodas, comuniones y entierros...

Durante este tiempo, sus campanas han volteado con motivo de muchas fiestas y tradiciones saguntinas, y de muchos acontecimientos de la vida civil, social y cultural.

Pero aunque la actual torre va a celebrar su primer centenario, el campanario de la Iglesia Arciprestal de Santa María de Sagunto tiene una larga historia hasta llegar a su estado actual. 

Su historia arranca tras la conquista de Jaime I, cuando se decide consagrar la mezquita musulmana y convertirla en un templo cristiano bajo la advocación de la Asunción de la Virgen María, pero viendo que su tamaño era reducido, se decide derribarla y empezar una Iglesia nueva, más grande, de estilo gótico. Ésta se empieza a construir en 1334 y no queda finalizada hasta el año 1730.

Los constructores tenían previsto ubicar el campanario adosado a la nave del Evangelio, y con éste fin comienza la construcción de una torre octonal que sería el futuro campanario, pero éste no llegaría nunca a finalizarse en el tiempo que duró la construcción de la Iglesia, ya que su altura llegó solamente hasta sus bóvedas, siendo su uso durante este tiempo para poder pasar a la parte exterior de dichas bóvedas, por medio de la escalera de caracol que contenía dicha torre.

Durante este período de tiempo, se construye un campanario provisional, aproximadamente a la mitad de la nave central, el cual se cree que estuvo activo durante 250 años, y ya en el año 1702 se retoma la construcción del campanario, esta vez de estilo barroco, ya que durante todos estos siglos nunca llegó a terminarse el campanario que tenían previsto al empezar la Iglesia.

Entrando ya en el período de la invasión francesa, en 1812 el campanario barroco fue desmontado por los franceses para rebajar su altura y así evitar las enfiladas del castillo, además debido a los bombardeos de la época, el campanario quedó en estado ruinoso, hasta el punto que el Ayuntamiento de Sagunto, tras la marcha de éstos, celebra varias sesiones con el fin de ver la solución más idónea para poder solucionar dicho estado. En un principio se cree que la mejor solución es la rehabilitación del campanario, pero en vista de lo que iban a costar las obras, entre 3500 y 4000 pesetas de la época, se decide aplazar dicha rehabilitación, ya que debido a la crisis agraria que se atravesaba, se esperaba poca participación ciudadana.

Imagen retrospectiva de la plaça Major de Sagunt
El campanario llega a tal estado de ruina, que representaba un peligro para la población, por lo que se toma la decisión, en un primer momento, de dejar de voltear las campanas y de prohibir el acceso a la Iglesia por la portada que da a la calle Caballeros. Más tarde también acuerda el Ayuntamiento cortar la circulación por dicha calle, por la del Sagrario y por la plaza Mayor, mandando desalojar algunas casas próximas por el peligro en el que estaban. También se decide trasladar el mercado que se hacía en dicha plaza a otra ubicación, y prohibir todos los ruidos que pudieran producir temblores que perjudicaran a lo que quedaba del campanario.

En vista de todo lo expuesto, finalmente, se toma la decisión de derribar el campanario barroco en vez de proceder a su restauración y en 1905 se empieza a construir el que será nuevo campanario.

El primer cuerpo del campanario (la única parte de la construcción original que se conserva) es de piedra caliza azul saguntina, de extremada dureza, y es en esa parte del campanario donde se encuentra ubicada la lápida fundacional del inicio de la construcción de la Iglesia. Esta lápida está escrita en letras góticas, que traducidas dicen lo siguiente:
El Año del Señor de 1334, lunes que era, 25 de Abril, fiesta de San Marcos, reinando el Rey Alfonso, por la gracia de Dios, Rey de Aragón, y presidiendo la Iglesia Valentina el Reverendo Padre D. Ramón, Obispo, se dio principio a esta Iglesia, a honra y gloria de la venerada Virgen María, a la cual se dedica, siendo su rector el venerable Ramón Ferrer, canónigo de Valencia, el cual colocó la primera piedra. Descansen en paz los benefactores de esta Iglesia. Amen. Amen.
En 1911 el campanario estaba construido hasta donde se encuentra el reloj actual, terminándose la obra en 1913. Su altura es de 58 metros aproximadamente y cuenta con 235 escalones, siendo su imagen final tal como la podemos contemplar hoy en día.

El actual campanario de la iglesia de Santa Maria o también llamado el Campanario de la Villa de Sagunto es de estilo neogótico, utilizando para su construcción distintos materiales, como el ladrillo visto rojo, la piedra blanca (en los ventanales apuntados, cornisas, esquinas y remates) y la forja, material con el que fue rematado en 1913, gracias a un forjado de hierro fabricado y regalado por la Siderurgia de Altos Hornos de Sagunto. Este remate de hierro está preparado para acoger la campana de las horas, que sin embargo no se llegó a colocar pese a que todavía existe la estructura que lo aguantaba en el lugar. Su lugar en la actualidad lo ocupa la campana del "cimboriet", una campana que data del año 1768 cuyo sonido es el que más conoce la población de Sagunto, ya que es con esta campana con la que se dan los toques para las misas diarias y dominicales.



















Las demás campanas de la torre cuelgan de las ventanas de la sala del campanario, un rectángulo de 17´40 metros cuadrados, que acoge a las 8 campanas con que cuenta en la actualidad la torre. De estas, seis campanas son de bronce (4 grandes -construidas en 1948- y 2 pequeñas), que lanzan su vuelo en los grandes acontecimientos religiosos; y dos de madera (llamadas Matracas), que suenan durante la Semana Santa Saguntina, siendo una de ellas más antigua que la propia torre (de 1860). Este grupo de campanas es repicado en momentos muy puntuales por los componentes de la Colla Campaners de Morvedre, que tocan las campanas de forma manual, recuperando de este modo el patrimonio inmaterial cultural saguntino. Este grupo de jóvenes, constituido en 2006, obtuvieron los permisos pertinentes para, en días muy importantes, se oiga el tañer de las campanas con toda intensidad, como cuando no existían medios de comunicación y los acontecimientos sociales locales se conocían por medio de los toques de las campanas.

Seguro que habrán preparado algún toque en particular para conmemorar esta centenaria celebración de uno de los elementos más representativos de la capital del Camp de Morvedre.

Fuentes: Blog del curso de Antropología Cultural del Camp de Morvedre, por Fina de la Asunción, María Mejías, Rosa Martinez
Llibre de la Semana Santa Saguntina de 2011. Artículo de Ignasi Corresa i Marín,componente de la Asociación “Campaners de Morvedre”

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